Ceagua y el Fideicomiso del Balneario dan a conocer los resultados de los trabajos realizados para salvar los manantiales
Una vez concluido el monitoreo sobre los tres principales manantiales afectados por el 19S, en Morelos, los especialistas ofrecen un panorama alentador para Agua Hedionda y Palo Bolero, pero no para el manantial de San Ramón, donde las acciones de recuperación fracasaron en el intento por rescatar el aforo original del agua, informó Juan Carlos Valencia Vargas, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua (Ceagua).
Agua Hedionda
Ubicado en Cuautla, es uno de los más conocidos de Morelos, a nivel nacional e internacional; sin embargo, el sismo redujo el aforo del agua de su manantial principal de 450 litros por segundo a sólo 20, lo que llevó a las autoridades a cerrarlo de manera indefinida.
Cuando todo parecía perdido, y la propia Secretaría de Turismo se preparaba para rediseñar la operación de este centro turístico, el aforo fue aumentando poco a poco. Hasta diciembre, el registro era de 60 litros por segundo, y, en enero de 2018, había aumentado a 80, según los resultados proporcionados por Carlos Gutiérrez Ojeda, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA). El aforo aumentó todavía más durante las últimas semanas; de acuerdo con los datos más recientes, actualmente ronda los 150 litros por segundo, según la Ceagua.
Además del incremento en la cantidad de agua que llega al balneario, los estudios realizados por el IMTA indican que sus características sulfurosas siguen intactas, con una concentración de 775 miligramos de sulfatos por litro.
Palo Bolero
Ubicado en Xochitepec, atravesó por una situación similar a la de Agua Hedionda después del sismo. De acuerdo con Juan Carlos Valencia, las instalaciones se mantienen abiertas al público, con abastecimiento de un manantial cercano conocido como Palo Bolero II.
San Ramón
Todavía no hay noticias favorables para el de San Ramón, donde las acciones de no han podido recuperar ni siquiera una parte de su caudal, del que, además, dependen 80 hectáreas de cultivo en la región de Xochitepec.
“La recomendación nos indicaba que debían profundizar el manantial dos metros más del nivel original que se tenía; se hizo, incluso se perforó más, pero no se originó nuevamente el afloramiento del agua”, explicó el secretario ejecutivo.