Los rumores que acusan que Rusia interfiere en las elecciones presidenciales al brindar un supuesto apoyo al precandidato de la alianza Juntos Haremos Historia, el morenista Andrés Manuel López Obrador, son parte de una guerra sucia que busca manchar las buenas relaciones entre ambas naciones, aseguró el embajador de Rusia en México, Eduard Malayán.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dice que fue a raíz de que Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos cuando se inició con esta conspiración desleal, con el fin de explicar que haya ganado él en lugar de Hillary Clinton.
Malayán acusa a algunos voceros estadounidenses de fomentar los dichos, a pesar de que representantes del gobierno mexicano como el canciller Luis Videgaray y el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, han negado la injerencia rusa.
Malayán asegura también que las relaciones entre México y Rusia no han tenido mejor momento en 130 años de vida diplomática.
“Las tortillas mexicanas se venden con gran éxito entre los karaváy y ya se discute la posibilidad de que en México se construyan los primeros aviones completos con tecnología europea”, destaca.
¿Cuál es la relación que tienen México y Rusia?
—Las relaciones que tenemos con México son buenas y sólidas en diferentes materias. Se está desarrollando el diálogo político, está ampliándose la cooperación económica, hay nuevas formas de cooperación cultural, muchos mexicanos estudian en Rusia y en México hay un gran interés por la cultura rusa.
Quiero recalcar que este proceso no es de este momento. Se trata de un proceso que tenemos desde hace mucho tiempo y en la actualidad nuestras colaboraciones están al alza, así que en nuestra historia todo está bien, y no es mi opinión como embajador de Rusia en México.
¿Qué temas se han trabajado más con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto?
—Empezamos por el que ya he dicho, que tenemos relaciones multifacéticas. Tenemos una buena cooperación con México en el ámbito internacional; entre otras cosas, entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente Enrique Peña Nieto.
Me refiero sobre todo a cooperaciones de formatos como el G20, la cumbre de la APEC, trabajamos estrechamente para el acuerdo de París sobre el clima, coincidimos en la necesidad de fortalecer el papel protagónico de las Naciones Unidas, los asuntos internacionales, la supremacía del derecho internacional y muchos asuntos de trasfondo.
Cuando se empezó a hablar de que el gobierno mexicano debía diversificar sus lazos económicos externos, Rusia también saltó a la vista de esa posibilidad y por eso últimamente ha empezado a crecer a un ritmo más acelerado. Por ejemplo, en materia de agricultura, se trata de las exportaciones de productos mexicanos al mercado ruso. Los mexicanos empezaron a invertir en Rusia y ahora las tortillas son muy populares allá.
Hay un plan para crear en México un centro para construir componentes para aviones, así como aviones de entrenamiento. No solamente partes, sino aviones completos. Se intenta producir aviones con transferencia de tecnología y hay más proyectos.
¿Cómo toman los señalamientos sobre que el gobierno de Rusia apoya al precandidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador?
—¿Quién lo dice?, ¿en dónde se ha visto? Ante todo, en declaraciones de representantes de Estados Unidos. Hoy vi en los periódicos que el señor Tillerson, secretario de Estado, vendría a México a hacer lo posible para que no haya injerencia rusa.
Yo creo, primero, que el gobierno mexicano sabe por cuenta propia qué hay que hacer; luego, cuando hablamos de la supuesta injerencia cabe preguntar: ¿Por parte de los estadounidenses no es una injerencia?
En los medios rusos no hay ninguna declaración acerca de las elecciones mexicanas. Estamos preocupados por otros problemas. Lo más importante ahora son las elecciones para elegir al presidente ruso. Con esto quiero volver a subrayar que Rusia no tiene injerencia en asuntos internos en México ni en otros países.
No hay ninguna evidencia, ningún tipo de prueba y no las van a encontrar porque no existen. A muchos representantes del gobierno mexicano les hicieron preguntas directas sobre eso, primero fue el vocero del presidente quien dijo que no hay ninguna injerencia, luego el secretario de Gobernación dijo los mismo y también el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).
¿De dónde viene entonces esta información?, ¿viene de algunas personas que no quisieran que llegara López Obrador al poder?
—Yo no voy a comentar qué es lo que les guía, pero ustedes saben que después de que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos empezaron a hablar sobre la huella rusa.
Después de que ganara Trump y no Hillary Clinton, ¡y cómo explicar cómo fue posible!, inventaron esa versión y después de eso empezaron a decir que Rusia está involucrada en todos los asuntos del mundo: el Brexit, el referéndum en Cataluña y las elecciones francesas.
¿Y qué dice el gobierno de Rusia de estas declaraciones?
—Primero, que es una tontería y no corresponde a la realidad. El canciller ruso hablaba específicamente sobre México durante la visita de Luis Videgaray a Moscú en octubre pasado, también lo confirmó de manera oficial en una entrevista a finales de noviembre y la última vez hablaba sobre ese tema el canciller ruso a finales de enero, en Nueva York.
“Campaña sucia”
¿Se trata de una campaña sucia en contra del gobierno de Rusia?
—Efectivamente, puedo decir que sin duda alguna se trata de una campaña sucia contra mi país. En particular, se trata de un intento de socolar las buenas relaciones que tenemos no solamente con México, sino con otros países de América Latina.
Se hace todo para que Rusia sea menos fuerte, para que Rusia tenga una voz más baja en el ámbito internacional y para que no tenga la posibilidad de llevar a cabo sus intereses nacionales, pero la historia demuestra que algunas personas no han aprendido las lecciones. Nosotros siempre estamos abiertos al diálogo, no cerramos la puerta.
¿Hay alguna campaña para limpiar la imagen ante esto?
—No, ¿para qué? Nosotros asumimos que el pueblo mexicano es un pueblo bastante informado, se trata de una lucha de política interna. Yo reconozco que no me es agradable cuando hacen cuadros negativos de mi país, pero no tengo intención y no voy a probar que somos limpios.
¿Qué opina de que López Obrador haya tomado estas versiones con tan buen humor?
—Primero, no comento la campaña electoral de ningún candidato; luego, entiendo que cada persona tiene su sentido del humor y esta es su manera de reaccionar ante las acusaciones que hay contra él.
Me decía que fue precisamente después de que el republicano Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos cuando comenzaron los comentarios sobre la supuesta injerencia que tuvo Rusia en el proceso, ¿qué pasaría si López Obrador llegara a ganar la Presidencia en México?
—Yo no lo sé, no sé cómo será el proceso electoral. Es un asunto y un problema de relaciones que tienen con sus vecinos. Quiero que entiendan que las relaciones entre Rusia y México son un capítulo diferente.
¿A Rusia no le afectaría una victoria de alguno de los todavía precandidatos?
—Los mexicanos tomarán su propia decisión sobre quién será el próximo presidente. Nosotros no tenemos preferencias. Tenemos relaciones oficiales con México ya desde hace 130 años. Tuvimos relaciones con Porfirio Díaz, con presidentes priístas y panistas, tuvimos relaciones con presidentes de corte de izquierda; siempre mantenemos relaciones buenas y aciertos, ¿por qué razón cambiaría eso de repente?