El Z43, capturado el jueves pasado en la colonia Roma, es el último de los líderes de ese grupo, afirma el comisionado Renato Sales; las cabezas que integraron originalmente esa organización eran exmilitares con alta capacitación
Con la reciente captura de José María Guízar, Z43, el Cártel de Los Zetas se encuentra casi anulado y en su punto de operaciones más mermado. Este hombre era considerado por las autoridades federales como el último de los líderes de este grupo delictivo que se encontraba en libertad, y que aún operaba desde la clandestinidad.
El Comisionado Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, aseguró que las capturas realizadas contra esta organización por el actual gobierno federal han evitado masacres.
El rapto y ejecución de 72 migrantes en el 2010 en San Fernando, Tamaulipas, o la quema del Casino Royal, en Monterrey, Nuevo León, donde murieron 52 personas agosto de 2011, son algunas de las masacres que cometieron tres de los mayores líderes zetas detenidos en esta gestión.
“Los golpes que ha asestado el gobierno federal contra este grupo delictivo ha provocado que su capacidad delictiva sea muy escasa, casi nula”, afirmó el Comisionado en entrevista con La Razón.
Y añadió: “No ha existido en México un grupo más violento que Los Zetas. A diferencia del resto de los cárteles mexicanos, ellos no eran una estructura familiar, eran exmilitares altamente capacitados y, hasta cierto punto, deshumanizados”.
Recordó que además del Z43 en la actual administración han sido detenidos Miguel Ángel Treviño Morales, Z-40, en julio de 2013, así como su hermano Omar, Z-42, en marzo de 2015.
Al primero de ellos se le atribuye precisamente el secuestro de migrantes en Tamaulipas en agosto de 2010, mientras que a su hermano se le responsabiliza de la quema del casino de Monterrey.
“Los Zetas llegaban a los municipios y se imponían vía el terror y la tabla sobre los ladrones, los taxistas, hoteleros, vendedores de discos piratas… cortaban cabezas sin inmutarse”, explicó Sales Heredia.
“Hay que recordar lo que se halló en las fosas de San Fernando: bajaban a los migrantes de los autobuses, los ponían a unos frente a otros, les daban marros y les decían: ‘El que sobreviva, se integra al nuevo ejército’; fueron más de 400 cadáveres los que se hallaron con los cráneos abiertos por este motivo”, dijo.
Especialistas en seguridad como Orlando Camacho, director de la Fundación México SOS, y Samuel González Ruiz, exdirector de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la PGR, coincidieron en que el cártel está disminuido.
“Si hay un cartel que ha recibido golpes del gobierno federal y la estrategia de seguridad han sido los Zetas; a ellos les han bajado el personal, los recursos… no los han desaparecido, pero sí se nota un decremento de hace cinco o seis años que estaban muy fuertes”, consideró Camacho.
Al respecto, González Ruiz aseguró que los integrantes de este grupo que aún operan “no tienen ni el entrenamiento ni la violencia de antes”. En su opinión, lo que queda de los Zetas “sólo es un reflejo de lo que antes fue”.
Rapta CJNG a agentes de la SEIDO
Dos elementos de la PGR, adscritos a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), fueron secuestrados entre Nayarit y Jalisco, y ayer se difundió un video en el que aparecen sometidos, custodiados por hombres encapuchados con armas largas y obligados a leer un texto frente a la cámara.
Los agentes son Octavio Martínez Quiroz, de 26 años de edad, y Alfonso Hernández Villavicencio, de 28, quienes aparentemente se encontraban destacamentados en Jalisco, y habrían sido raptados por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Ayer, la dependencia informó que pese a que laboraban en aquella entidad, ambos desaparecieron el 5 de febrero mientras “se encontraban en días de descanso y acudían a un evento familiar en Nayarit en las inmediaciones de Nayarit y Jalisco”, sin que se sepa la forma en que sucedió.
En el video difundió ayer en YouTube, se aprecia a los dos agentes con playeras blancas en la que les escribieron “SEIDO” con tinta negra. Están sentados, con las manos a la espalda y detrás de ellos 4 sujetos encapuchados, vestidos de negro y que portan armas largas.
Quien subió el video lo tituló: “cinco letras, asesino, violadores y lacras con charolas”. Se aprecia que detrás de la cámara muestran un texto a los agentes, el cual van leyendo durante la grabación.
Informó que la AIC inició las investigaciones necesarias para la búsqueda y localización de estos dos efectivos y no escatimará esfuerzos ni recursos en ello.
Con información de Carlos Jiménez