El jefe de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, afirmo que ve avances, particularmente con México, en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Las declaraciones del estadunidense sorprendieron, ya que desde su llegada a la Casa Blanca y en los primeros meses de la discusión, el presidente Donald Trump fue especialmente crítico con los mexicanos.
“Estamos logrando avances reales, particularmente en lo que respecta a México”, señaló Lighthizer en un encuentro con el mandatario y senadores para tratar la política comercial.
Aunque hay temas sobre los que hay que trabajar, confió en que estén en posición de lograr un buen pacto, “uno que encontremos aceptable”.
“Queremos que este sea un acuerdo que la vasta mayoría de los republicanos y demócratas apoyen”, expresó.
Por su parte, Trump subrayó que Canadá “nos ha tratado muy, muy injusto cuando se trata de madera. Bastante injusto. Ha sido muy duro”, en alusión al diferendo comercial que mantienen.
Resaltó que es muy difícil para los agricultores estadunidenses exportar sus productos a Canadá y reconoció que el intercambio comercial representa una “espada de dos filos” al hacer eco de los temores de legisladores acerca de la imposición de tarifas como respuesta para atacar los desbalances en el comercio con Canadá y México.
Uno de ellos fue el senador Roy Blunt, quien, luego de que Trump mencionó la posibilidad de aplicar tarifas sobre las importaciones de acero, llamó a “ser cuidadosos para no iniciar una batalla recíproca”.
Poca flexibilidad
Tras las declaraciones de Lighthizer y el presidente, el jefe de la delegación de Canadá destacó que Estados Unidos prefiere debilitar a su país y a México antes de asegurarse de que los tres socios se vean beneficiados.
Steve Verheul sostuvo que hasta ahora las conversaciones lograron pocos avances en temas importantes, y se quejó de la poca flexibilidad de los estadunidenses.
Sus comentarios son los más pesimistas que se han hecho públicos de parte de un funcionario canadiense involucrado en esta discusión, y reflejan el enorme desafío que afrontan los negociadores que buscan modernizar el tratado comercial de 1.2 billones de dólares.
“La postura de Estados Unidos es centrarse en su propia perspectiva y no en América del Norte. Por lo tanto, ellos buscan fortalecer a Estados Unidos y debilitar a Canadá y México dentro de la economía de la región”, indicó Verheul en conferencia en Ottawa.
El presidente Trump ha amenazado frecuentemente con abandonar el TLCAN a menos de que haya cambios importantes. Las conversaciones han progresado poco mientras Canadá y México buscan abordar las demandas de Estados Unidos.
Las negociaciones debían finalizar a fines de marzo, fecha límite que según los funcionarios se extendió al menos hasta principios de abril, pero parece que tampoco se cumplirá.
Canadá ha hecho lo que califica de propuestas creativas para abordar la insistencia de Estados Unidos en que se aumente el contenido norteamericano de los autos que se fabrican en la región. Washington también quiere una cláusula que permita a cualquier miembro retirarse del pacto después de cinco años.
“Hemos logrado lo que caracterizaría como un progreso bastante limitado en términos generales (...) el problema principal es que hemos visto una flexibilidad limitada de Estados Unidos, incluso en cuestiones bastante sencillas”, dijo Verheul.
El canadiense destacó que el ritmo de las mesas de discusión fue demasiado rápido como para permitir consultas entre cada reunión.
La modernización del tratado comercial comenzó en agosto de 2017 y la sexta ronda se celebró en enero pasado en Montreal, Canadá, donde el jefe de la delegación de Washington celebró que “finalmente se empezasen a tratar asuntos fundamentales”; la siguiente mesa de negociación está prevista para finales de mes en México.