En 2017, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) aplicó más la política de la zanahoria que el garrote. Premió más con devoluciones a los pagadores de impuestos y fiscalizó menos a los que incumplieron con sus obligaciones.
La política de dar más zanahorias a los que cumplen en tiempo y forma había sido abandonada por el fisco a inicios de la actual administración, cuando se empezó a poner más lupa a solicitudes de devolución de impuestos, y al tiempo las auditorías se practicaban por todo y por nada.
De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del SAT, el monto de las devoluciones de impuestos fue tres veces mayor a lo obtenido por actos de fiscalización en 2017 y el más alto del que se tenga registro.
Las devoluciones totales crecieron casi 19% anual con monto de 475 mil 635 millones de pesos el año pasado, de las cuales, la mayoría fueron por impuestos, sobre todo del IVA, que habían sido tema controvertido al ser cuestionadas por la viabilidad.
A inicio del sexenio se argumentaba que muchas de las devoluciones del IVA no procedían porque se estaba haciendo trampa.
El SAT devolvió a los contribuyentes 98 mil 178 millones de pesos más respecto a 2016 con un monto total de 475 mil 635 millones de pesos, cifra superior a lo que reintegró en 2016, por 377 mil 185 millones.
En 2017 se registró el mayor monto de restitución de impuestos para los que presentaron en tiempo y forma su declaración anual en lo que va de la presente administración.
En 2013, casi a inicios del sexenio de Enrique Peña Nieto con Luis Videgaray como titular de Hacienda y Aristóteles Núñez como jefe del SAT, se devolvieron 328 mil 705 millones de pesos, la mayoría por IVA.
Luego en 2014, con las estrictas revisiones de las solicitudes de devolución, el monto bajó a 288 mil 297 millones de pesos, convirtiéndose en el año de menores reintegros.
Por el ISR se devolvieron 37 mil 656 millones de pesos el año pasado, 8.5% más que en 2016, con lo cual las devoluciones por concepto de ese gravamen revirtieron su tendencia de dos años consecutivos de bajas; por el IVA fueron 426 mil 964 millones, 17.8% superior a lo de 2016.
Garrote electrónico. Pero por otro lado, el fisco sacó el garrote y recaudó 140 mil 867 millones de pesos por actos de fiscalización en 2017.
Lo anterior si bien significó 7.2% menos en comparación con 2016, fue la primera vez que se aplicaron de manera total auditorías electrónicas que se fueron implementando de forma gradual a partir de 2016.
Por lo general el SAT realiza 45 mil auditorías tradicionales al año; en 2016 planeó llevar a cabo 4 mil revisiones electrónicas, número que se incrementó el año pasado.
Las auditorías se hacen cuando el fisco detecta inconsistencias entre ingresos y gastos de contribuyentes y empresas sobre lo declarado.
Pero desde 2015 este trabajo se ha enfocado en abatir conductas como simulación de operaciones o emisión de facturas apócrifas, para elevar el cumplimiento voluntario.
El año pasado se recaudaron en promedio por cada acto de revisión poco más de un millón de pesos.
Como parte de la publicación de 3 mil 918 nombres de las listas definitivas de empresas que facturan operaciones simuladas (EFOS) o fantasmas y de 6 mil 492 firmas presuntas, se logró una recaudación de 9 mil 130 millones de pesos por operaciones simuladas (EDOS).
Por otro lado, el SAT obtuvo 52 mil 801 millones de pesos por actos de control de obligaciones, es decir, 61.6% más respecto a 2016.
El Servicio de Administración Tributaria explicó que el número de actos de control se redujo en 4.2% el año pasado debido a una mejor programación por el uso de la factura electrónica, y por eso el monto recaudado de ese concepto creció.
Lo que más le funcionó fueron los mensajes vía correo electrónico y las entrevistas a contribuyentes.