Ricardo Anaya, candidato por la coalición Por México al Frente exigió al presidente Enrique Peña Nieto sacar las manos del proceso electoral y dejar que el pueblo elija en libertad a su sucesor.
Afirmó que de llegar a la Presidencia, investigará la corrupción de la actual administración.
"Señor Presidente, le digo con respeto, serenidad y firmeza; así no. Saque las manos del proceso electoral y deje que el pueblo de México elija en completa libertad", expresó el panista, quien estuvo respaldado por líderes, diputados y senadores de los partidos Acción Nacioanal, de la Revolución Democrática y de Movimiento Ciudadano, así como por Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del ex candidto presidencial priista, quien por primer vez lo acompañó.
El aspirante presidencial dijo tener muy clara la razón de los ataques en su contra, ya que se comprometió públicamente a romper con el pacto de impunidad y castigar la corrupción, como sucedió en Guatemala, donde el ex presidente Otto Pérez fue arrestado por estar vinculado a presuntos actos de corrupción.
"Yo no voy a cambiar mi posición, reitero mi compromiso de consolidar una fiscalía autónoma y apartidista que sea acompañada por una comisión de la verdad, con asistencia internacional, para investigar los señalamientos de corrupción del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto", destacó.
Anaya dio un mensaje de 12 minutos y no permitió preguntas. Denunció que el gobierno del primer mandatario ha emprendido en su contra "un brutal ataque" para sacarlo de la elección presidencial mediante el uso "faccioso e ilegal" de instituciones como la PGR, "que deberían estar al servicio de la República".
En ese sentido, consideró que estas situaciones implican una "grave amenaza" a la democracia. "Hoy es contra mí, mañana puede ser contra otro candidato o candidata o ciudadano opositor al régimen, y no lo debemos permitir".
Anaya recordó que mientras él se comprometió a romper el pacto de impunidad y castigar la corrupción, el aspirante presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, "ya prometió perdonar a Enrique Peña Nieto y a todos sus colaboradores. Lo ha dicho reiteradamente.
Afirmó que mientras no haya consecuencias, no se terminará el problema de la corrupción. "Los señalamientos a este gobierno son muy graves, empezando por el escándalo de la casa blanca, los casos de Odebrecht, el socavón, la Estafa Maestra, los desvíos millonarios de Rosario Robles y José Antonio Meade en Sedesol, entre muchos otros".