Luego de cinco días de plantón en la delegación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), y tres horas de bloqueo sobre la autopista México-Acapulco, justo en la entrada Norte de Cuernavaca por parte de damnificados por el sismo del 19 de septiembre en Jojutla, Yautepec, Tlayacapan, Ocuituco y otras comunidades, se informó de la remoción de Rodrigo Peña Zepeda, delegado de la dependencia en Morelos, y los damnificados lograron, por fin, hablar por teléfono con la secretaria nacional de ese organismo, Rosario Robles Berlanga, quien se comprometió a reunirse con los damnificados, luego de acusar al alcalde de Jojutla, Alfonso de Jesús Sotelo, de mezclar intereses políticos con los de la gente, y exigirle la firma de una carta en la que renuncia a cualquier aspiración para reelegirse en el cargo.

El compromiso de Rosario Robles llegó después de que el personal de la delegación Morelos abandonó sus oficinas desde el jueves, en que más de un centenar de damnificados por el sismo se presentaron a las oficinas de Sedatu en Cuernavaca para exigir que se depositara en sus tarjetas del Fonden el remanente de los 120 mil pesos por viviendas con daño total, prometido en el proceso de reconstrucción. La mayor parte de ellos recibieron apenas 15 mil pesos, denunció su vocera, Ana Jiménez Bustos; “vivimos en la calle, nos enfermamos, ya hay gente que se ha muerto por las condiciones insalubres en que estamos”, aseguraron en rueda de prensa en que advirtieron.

También hubo que esperar la rueda de prensa en que los damnificados denunciaron la falta de atención de los gobiernos federal y estatal y la indolencia con que habían sido recibidas sus peticiones y quejas; “quisimos entregar un documento a la secretaria Rosario Robles, y jamás nos recibió”, aseguraron, al decir que si bien tenían programada una reunión con autoridades estatales y federales hoy, no aguardarían más y escalarían sus protestas.

Mientras tanto, fuera de la delegación un contingente de Antorcha Campesina también pedía atención a los damnificados, pero al enterarse de que los que mantenían la toma de las oficinas habían decidido salir a manifestarse, se retiraron.

En la rueda de prensa, los damnificados anunciaron la decisión de salir a manifestarse y bloquear la glorieta de la Paloma de la Paz; pero después determinaron que bloquearían la autopista México-Acapulco. El contingente de un centenar de personas avanzó por la avenida Domingo Díez, mientras gritaban consignas en contra de la Sedatu, el Gobierno del Estado, y el Fonden. Les acompañaba Javier López Sánchez, colaborador del diputado federal Javier Bolaños Aguilar; unos metros afuera de Sedatu, el alcalde de Jojutla se incorporó a la marcha. En entrevista aseguró que estaría al lado de los manifestantes para buscar enlaces institucionales a fin de conseguir atención a sus demandas; “no los puedo dejar solos”, mencionó.

El bloqueo se instaló en el kilómetro 79+700 de la autopista, en los carriles que van hacia Acapulco. En pocos minutos, la fila de automovilistas varados alcanzaba los dos kilómetros. Por lo menos una decena de ellos se bajaron de sus automóviles a reclamar a quienes estaban en el plantón, se hicieron de palabras, intercambiaron insultos, pero la presencia de algunos elementos de mando de la Policía Federal ayudó a que no se llegara a la violencia.

Empezó el desfile de funcionarios de segundo nivel del Gobierno estatal y la delegación de la Secretaría de Gobernación. Ninguno logró negociar el retiro del plantón, ni siquiera la apertura de un carril. El anuncio hecho por el edil de Jojutla lograría que se cediera para abrir un carril por unos minutos: “me acaban de informar que ha sido removido el delegado, y que podrían venir a dialogar la nueva delegada y Alexis Ayala.