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Se echa a perder la ayuda humanitaria en Zacatepec

Se echa a perder la ayuda humanitaria en Zacatepec

 

 

 

Reconoce el alcalde que fueron demasiados alimentos, medicinas y agua almacenados en el auditorio municipal

En un extremo del piso lleno de polvo y tierra del auditorio municipal de Zacatepec, se encuentran almacenadas decenas de cajas con productos que fueron donados tras el sismo del 19 de septiembre del año pasado.

En el lugar se obtuvieron diversos objetos de uso de varios tráileres provenientes de Guadalajara, de la Ciudad de México y de otros estados de la República que confiaron en el Gobierno municipal para la adecuada distribución. Desde aquí salían camionetas que llevaban apoyos a las familias de las diferentes colonias y a los albergues de damnificados.

Sin embargo, fue un secreto a voces que cuando el Ayuntamiento no tuvo para pagar a sus trabajadores, les entregó despensas, aunque no a todos, como señalaron varios empleados, pues favorecían a los que mandaban a descansar una quincena al mes sin goce de sueldo.

Distintos ayudantes municipales advirtieron del problema que había con el almacenamiento de los productos: la presencia de roedores que habían roto bolsas de alimentos, que no estaban clasificados los productos y que muchos habían ya caducado.

No obstante, permaneció cerrado varios meses, ocultando los productos que salieron a cuenta gotas, pero esta semana que se abrió el auditorio para la instalación de las mesas de Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) el problema saltó a la vista.

Cerca de medio centenar de cajas con una gran variedad de productos, la mayoría medicamentos, otras con pañales desechables, algodón, cubre bocas, latas de alimento, entre otros; algunos tirados en el suelo lleno de tierra y la ceniza característica de la contaminación del ingenio Emiliano Zapata.

Por ello, ayer mismo, decenas de damnificados aprovecharon la oportunidad y escogieron de los montones de ropa, prendas que les sirvieran. Otras más se fueron entre el resto de los medicamentos que han debido comprar por escases en el sector salud.

En un extremo del auditorio había varias bolsitas de agua, echadas a perder, y entre los montones de ropa y las cajas de medicamento, varias botellas de agua que han estado expuestas al sol, pero que aseguraron llevan a las escuelas donde hacen falta.

Al respecto, el alcalde Francisco Salinas comentó que el medicamento lo llevará a salubridad, aunque reconoció que alguno está caducado, sobre el agua dijo: “nos llegó demasiada y se ha repartido en las escuelas”.

Al trascender el interés de los medios, designaron a personal del municipio para acomodar los productos de la ayuda humanitaria que llegó para los damnificados.

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