Destruyen rejas, puertas y queman un sillón en la entrada del Palacio Legislativo de Guerrero; de ganar Morena, tres disidentes ingresarán a este órgano
Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) causaron destrozos en la fachada de la entrada del Congreso del estado —del que formarán parte en unos meses, pues tres de ellos son candidatos plurinominales por Morena— para exigir que el gobierno local autorice el envío de 230 maestros a escuelas de preescolar.
El grupo de inconformes fue encabezado por el secretario general, Ángel Ramírez Perulero, quienes con palos y piedras destruyó la reja de la entrada, acabaron con muebles, rompieron vidrios, las puertas de la biblioteca Sentimientos de la Nación, computadoras y realizó pintas en contra de los diputados.
Los legisladores que se disponían a sesionar, así como trabajadores administrativos, tuvieron que suspender actividades y huir a través de un acceso privado que sale al bulevar Vicente Guerrero.
Según los guardias del Congreso, tuvieron la instrucción para no repeler la agresión y no hacer frente a los docentes, quienes al retirarse incendiaron un sillón frente al recinto y llamaron a “no votar por el PRI”.
La acción vandálica, que se prolongó durante una hora, sólo provocó daños materiales y ninguna autoridad llegó al lugar donde se manifestaban de forma violenta los cetegistas.
A su salida de la sede del Poder Legislativo realizaron un mitin para reprochar la actitud de la clase política y diputados locales que actualmente buscan nuevos cargos públicos en este proceso electoral.
- El Dato: La CNTE convocó en diversos estados a un paro de 72 horas para exigir una mesa única de negociación con el Gobierno federal.
En el discurso no mencionaron que algunos de los rijosos formarán parte del congreso de Guerrero en unos meses, pues tres de ellos son candidatos plurinominales por Morena.
Posteriormente, cerca de mil docentes de la CETEG se dirigieron a la Autopista del Sol, misma que tomaron por más de cuatro horas, generando caos vial y exigiendo dinero a los conductores que circulaban por la carretera.
En consecuencia, grupos de turistas mostraron su inconformidad, denunciando que entre los vehículos varados había niños y adultos mayores, quienes soportaron temperaturas de hasta 35 grados sin haber comido o bebido agua.
Alrededor de las cinco de la tarde los maestros liberaron la circulación, tras la promesa de ser recibidos por las autoridades de Guerrero.
Entre sus demandas exigieron que el gobierno de Héctor Astudillo autorice el envío de 230 maestros a escuelas de educación preescolar en municipios azotados por la violencia, pues afirmaron que en Chilpancingo, los profesores han abandonado las aulas por las amenazas de la delincuencia.
Asimismo, pidieron la reposición de plazas docentes y garantías de seguridad en sus centros de trabajo.