Alrededor del mediodía los vecinos encontraron en la zona conocida como La Garita la camioneta de un joven que había desaparecido por la madrugada.
Retuvieron a los tres ocupantes del vehículo y los acusaron de haber secuestrado al joven. Luego los llevaron al kiosco principal de la comunidad, donde llamaron a más gente. Enardecidos, los vecinos mataron a golpes a uno de los retenidos.
Policías antimotines de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC) acudieron a rescatar a los presuntos delincuentes, pero la turba bloqueó la carretera federal México-Teotihuacán.
Cerca de las 14:30 horas la multitud destrozó y volcó la unidad 7234 de la policía estatal, colocó barricadas y prendió fuego a llantas y desechos.
Elementos del Ejército Mexicano apoyaron a más de mil policías estatales. Los uniformados acordaron con los inconformes que uno de los supuestos secuestradores los llevara al lugar donde presuntamente estaba secuetrado al joven, en Hidalgo.
De las 15 a las 18 horas los policías se apostaron frente a la turba. En ese lapso hubo varios enfrentamientos entre colonos y agentes. Estos últimos lanzaron gases lacrimógenos para intentar dispersar a la multitud. Detuvieron a 18 personas.
Alrededor de las 18 horas los policías se acercaron al kiosco para rescatar a la mujer retenida, quien se encontraba grave y murió en el trayecto al hospital.