Frena el miedo las campañas de candidatos en el Sur: Jorge Meade
Jorge Meade Ocaranza es sencillo, claro y enfático: en Morelos hemos tocado fondo en la descomposición política. Los últimos 18 años han sido como una barrena y los gobiernos han sumado fracasos en temas importantes, por lo que el voto de castigo hoy debiera ser, no contra el Revolucionario Institucional (PRI), sino contra los otros, advierte el candidato del PRI al Gobierno del estado de Morelos.
En entrevista exclusiva con El Sol de Cuernavaca, Meade reconoce que el partido se ha renovado totalmente para esta elección y que participa con candidatos jóvenes y mujeres, que representan más de 70 por ciento de las nominaciones a cargos de elección popular en el proceso local; pero advierte que las mujeres, honestas y trabajadoras, son también las más amenazadas por la inseguridad, al grado de que en la zona sur hay candidatas que han decidido no salir a hacer campaña por el riesgo que representa.
Con 200 comunidades de 26 municipios recorridos durante la primera parte de su campaña, dirigida a grupos pequeños y al diálogo directo con los electores porque “no quiero hacer grandes eventos para poder escuchar a todos”, ha percibido el temor y la molestia de los ciudadanos por lo que ocurre en todo el estado. Las presiones por el voto son constantes y llama a la gente a participar con un voto razonado, no por miedo o por coacción y venta del sufragio, porque Morelos tiene la oportunidad de salir del círculo de fracasos que han representado los últimos 18 años. “Es una segunda oportunidad que no representan ni Cuauhtémoc Blanco ni Rodrigo Gayosso", a quienes llama accidentes de la política local.
Nos lo dice como lo ha dicho en otros foros, pero en la comodidad de su comedor, profundiza más “el cambio por el que la gente apostó en el 2000 y luego en el 2012 en Morelos, fue un remedio muy caro, no hubo grandes avances sino un grave deterioro; vemos una economía comprimida, la gente tiene miedo por una inseguridad que las cifras estatales no reconocen contra la percepción ciudadana que cada vez se siente más insegura incluso en sus casas”, afirma.
Y claro que el diagnóstico sobre la situación del estado comienza por la inseguridad y afirma que la estrategia emprendida por el Gobierno del estado no funciona y lastima a la población porque no fue consensuada con los municipios y la sociedad. Lo que vivimos, afirma es la culminación de 18 años de fracaso en materia de seguridad pública.
Pero no todo está perdido. Meade Ocaranza reconoce un enorme ánimo ciudadano, no el rechazo que las encuestas sugieren tiene la población contra su partido. “La gente está harta porque depositó su confianza en tantos partidos, y ninguno mejoró las cosas, lo que llevó al deterioro de la política cuya peor manifestación es Cuauhtémoc (Blanco), quien traicionó a la confianza ciudadana permitiendo el arribo de actores políticos sin arraigo, lo que vulnera a la clase política de Morelos”, precisó.
El deterioro, reconoce Meade Ocaranza, inició con Sergio Estrada Cajigal, un caso de popularidad enorme que también constituyó un fracaso en el Gobierno. Fracasos que han sumado muchas víctimas de inseguridad en el estado, y el debilitamiento del gobierno estatal, a lo que se suma una muy extraña alternancia de cada tres años en los municipios, en la que uno pensaría que la llegada de otros partidos mejorará las cosas, pero no, porque son las mismas personas en otros partidos políticos. “No hay un Gobierno fuerte, y eso hace ver las cosas en términos de inmediatismo, lo que también es muy dañino para la política”, apuntó.
Pero la crisis, sugiere Meade, está llegando a fondo, con la agresiva canalización de la molestia ciudadana en Cuauhtémoc Blanco, y la voluntad de reelección con un sucesor como Rodrigo Gayosso, que han hecho de ésta una elección muy desequilibrada. Frente a ello, el PRI confía en su fortaleza institucional, en su estructura, y en advertir que es peligroso para la vida de Morelos que dos actores que vienen de fuera, sin ningún referente local, pretendan hacerse del Gobierno del estado.
Para introducir sus propuestas advierte que viene de la última generación que en Morelos se preparó para gobernar y que ha tenido una vida de servicio público sin cuestionamientos. Luego habla de lo urgente, la construcción de la paz, “porque nosotros no tenemos otro camino, no nos vamos a ir como otros que si no ganan la elección no tienen nada qué hacer en Morelos”. El escenario que vemos en la campaña es de miedo y de temores fundados de la gente al grado que es difícil que los lectores digan lo que realmente quieren; “pero conmigo es diferente porque nunca les he fallado”, acota al recordar sus giras por los municipios y el entusiasmo de la gente por recibirlo.
El haber sido delegado de la Secretaría de Desarrollo Social ayuda a Jorge Meade en la campaña; “me ayuda porque no tengo señalamiento alguno de corrupción, porque tengo la confianza de la gente y por eso tengo la confianza de que seré gobernador, y podré combatir la corrupción, la impunidad y la indolencia de políticos que han hecho daño al estado”.
“Si los ciudadanos quieren, el 1 de julio daremos un golpe de timón de los gobiernos fracasados y de minorías a acciones definitivas para el bien del estado, a erradicar la pobreza, a rescatar el campo, a reconvertir la industria, a beneficiar más a las mujeres jefas de familia, a los adultos mayores, a los jóvenes estudiantes”, sugirió.
Reitera su proyecto de reconstrucción hecho con empresas y trabajadores morelenses para poder recuperar el dinamismo económico del estado; pero también su apoyo al rescate financiero de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, al reforzamiento del programa Beca Salario, que será universal, transparente, manejada desde las universidades y ligada al rendimiento educativo, pero asociada también a los programas de emprendimiento para jóvenes que les permitan emprender. Y anticipa, todos los programas sociales tendrán el acompañamiento de expertos que ayudarán a transparentarlos, pero también a mejorar el enfoque asistencialista de los mismos.