Los candidatos presidenciales participaron en el tercer y último debate, en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, Yucatán.
Mérida, Yuc.— Entre acusaciones de corrupción, investigaciones judiciales y desafíos a dejar la candidatura transcurrió el tercer y último debate presidencial entre Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. El novedoso formato hizo uso de las redes sociales para que los ciudadanos cuestionaran a los presidenciables.
En el encuentro, que se llevó a cabo en el Gran Museo del Mundo Maya y que fue moderado por Gabriela Warkentin, Leonardo Curzio y Carlos Puig, el abanderado de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC), Ricardo Anaya, advirtió que meterá a la cárcel a su rival del PRI-PVEM-NA, José Antonio Meade, y “a su jefe”, el presidente Enrique Peña Nieto, de comprobárseles actos de corrupción. Esto, luego de señalar que ha sido “blanco de una campaña brutal, por atreverme a decir que va a crear una fiscalía que investigue al presidente Peña Nieto, pero no le tengo miedo”.
En respuesta, Meade acusó al panista de ser el único candidato indiciado por un delito y a Andrés Manuel López Obrador (Morena-PES-PT) de desviar dinero que prometió entregar a damnificados y lo dio a sus operadores políticos.
Meade Kuribreña adelantó que en breve le llegará a Anaya una acusación penal y acusatoria, por estar supuestamente involucrado en lavado de dinero.
“Aquí el único que está indiciado por un delito es Ricardo [Anaya]”, expresó. Ante la exhibición de Anaya Cortés de una supuesta sentencia que lo deslinda de delitos, Meade Kuribreña reviró que tal documento fue emitido por el Tribunal Electoral, el cual no tiene competencia en asuntos penales.
Sin embargo, Anaya respondió que la sentencia contradice las acusaciones en su contra, elaboradas por un juez de Distrito, “pero aquí hay un decreto que te involucra en el último gran escándalo, que se llama Odebrecht.
“Y esto sucede porque yo lo he dicho con toda claridad, que los voy a llevar ante la justicia. Tú, José Antonio [Meade] y tu jefe [Enrique Peña Nieto] van a enfrentar la justicia cuando yo sea Presidente de México, porque eso es lo correcto y entiendo que se pusieron de acuerdo con López Obrador, por eso ya los perdonó”.
En su defensa, Meade dijo que los señalamientos por el caso Odebrecht deben ser para López Obrador, porque los socios de la empresa en México pertenecen a la familia de Javier Jiménez Espriú, a quien el tabasqueño propone como posible secretario de Comunicaciones y Transportes.
En otro cruce de ataques, el candidato de Morena sacó una lámina con la imagen de Peña Nieto y Anaya, para de inmediato deslindarse y señalar que el verdadero pacto es Peña-Anaya.
“En un año se reunió seis veces [Ricardo] Anaya con Peña [Nieto], ahora se peleó. No es mi fuerte la venganza, es justicia. Y ni a ti te voy a meter a la cárcel”, respondió el tabasqueño al queretano.
Anaya respondió con otra imagen de López Obrador junto a Peña Nieto y aseveró que el candidato presidencial pactó con el titular del Ejecutivo y le ofreció impunidad.
“¿Pactaste con él [Peña Nieto]? Sí o no”, cuestionó Anaya a López Obrador. Este último respondió que no ha visto al Presidente desde hace seis años.
Este fue uno de los ataques directos que registraron López Obrador y Anaya (primero y segundo lugar de las encuestas) en el debate presidencial. El primero fue cuando el abanderado de Por México al Frente acusó a su oponente de Morena, PES y PT de tener contratistas favoritos, como lo ha hecho el priísmo.
“Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en lo que tanto criticaba. Igual que el PRI, tiene a sus contratistas favoritos, entre ellos al ingeniero Rioboó”, asentó.
Anaya Cortés dijo que Rioboó participó para el proyecto de las pistas del Nuevo Aeropuerto Internacional de México y como no le asignaron el contrato se unió con Andrés Manuel López Obrador para hablar “pestes” del proyecto y proponer que se construyera en otro lugar.
“Cuando Andrés Manuel fue jefe de Gobierno, a Rioboó se le asignaron, por adjudicación directa, contratos por más de 170 millones de pesos. Son lo mismo”, refirió.
En ese momento, Anaya increpó a López Obrador: “¿Si te muestro los contratos renuncias a la candidatura presidencial?”. El tabasqueño no respondió.
José Antonio Meade también se fue en contra de Andrés Manuel López Obrador al acusarlo de desviar dinero de la campaña para sus operadores políticos, por lo que exigió al Instituto Nacional Electoral (INE) investigar y reportar sobre el tema.
“Acá nos dijo que iba [Andrés Manuel López Obrador] a quitar dinero de Morena para dárselo a los damnificados y lo que nosotros detectamos es que en ese fideicomiso salió a recoger dinero de la gente para dárselo a los operadores políticos de Morena, exijo que se investigue y se reporte”, señaló.
Durante la discusión del tema educativo, tres de los candidatos criticaron la relación de López Obrador con Elba Esther Gordillo y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, le cuestionó al tabasqueño si en su cartera traía una foto de la maestra Gordillo, porque dijo que un sector del sindicato de los maestros se ha opuesto a la transformación de la educación.
López Obrador respondió que no había cargado su cartera por precaución, pero sí va a cancelar la reforma educativa por ir en contra del magisterio, sin hacer alusión a ninguno de sus oponentes.
Dijo que durante todo el periodo neoliberal, en el que Meade ha participado, no ha habido crecimiento económico.
Al final de su participación, Rodríguez Calderón aseguró que sus tres oponentes están denunciados y además los calificó como la tercia maldita, “porque han destruido a México y los tres tienen antecedentes de los partidos”.