Industrias como la robótica, aeroespacial y automovilística serán las golpeadas a partir del 6 de julio por valor de 50 mil millones de dólares
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continuó ayer con su estrategia proteccionista, al imponer aranceles del 25 por ciento a importaciones chinas por valor de 50 mil millones de dólares, con lo que se eleva peligrosamente la disputa comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
Al informar la medida, la Casa Blanca aseguró que las sanciones impuestas a China “son necesarias” para restablecer la relación comercial con el gigante asiático, un país al que acusa de saltarse las reglas de juego y de quitar millones de empleos en EU. Los nuevos impuestos se aplicarán a partir del próximo 6 de julio.
“Debemos tomar fuertes medidas defensivas para proteger el liderazgo de Estados Unidos en tecnología e innovación contra la amenaza sin precedentes que representa el robo de China de nuestra propiedad intelectual”, señaló en un comunicado el responsable de Comercio Exterior de EU, Robert Lighthizer.
En concreto, mil 102 productos chinos de “tecnologías industrialmente significativas” serán castigados por el gobierno estadunidense, una cifra algo inferior a la inicialmente propuesta en marzo.
AFECTADAS. Industrias como la robótica, aeroespacial y automovilística serán las golpeadas a partir del 6 de julio por esta nueva ola de aranceles, que no afectará, por otro lado, a bienes de consumo como teléfonos celulares o televisiones.
La medida impositiva fue aplaudida por el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, que calificó a China como el “verdadero rival comercial” de EU y dijo que Trump “está en lo cierto”.
Sin embargo, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, crítica con la actual dirección comercial de Washington, advirtió que los nuevos aranceles a las importaciones chinas “podrían tener un impacto macroeconómico” a nivel mundial.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de EU, Thomas Donohue, consideró en un comunicado que serán “los consumidores, fabricantes, granjeros y ganaderos estadunidenses los que paguen el costo” de esta acción punitiva. “Este no es el enfoque correcto”, agregó Donohue.
INJUSTO. Asimismo y en un comunicado, ayer temprano, Trump dijo que se aplicará este arancel del 25 por ciento a los productos chinos que “contengan tecnologías industriales significativas”.
El presidente dio luz verde luego de una reunión el pasado jueves con altos funcionarios económicos, entre ellos el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, y el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
ESCALADA. Sea como fuere, esta nueva imposición de gravámenes es una victoria más para la facción más dura del gobierno de Trump en términos comerciales, que incluye a Lighthizer y al asesor presidencial, Peter Navarro.
Esta escalada comercial podría intensificarse aún más en las próximas semanas, ya que Trump avisó que EU “perseguiría aranceles adicionales”, en caso de que China reaccionara, un movimiento que Pekín no tardó en ejecutar.
“Estados Unidos buscará aranceles adicionales si China toma medidas de represalia, como la imposición de nuevas sanciones a nuestros bienes, servicios o productos agrícolas”, amenazó el mandatario en su enésima declaración belicosa, que apunta a que pronto habrá otro nuevo episodio de esta guerra comercial.