La Procuraduría General de la República investiga al cártel de Los Zetas como el grupo responsable de la desaparición de 35 personas ocurrida entre febrero y mayo del presente año en Nuevo Laredo, Tamaulipas, organización que el lunes atacó al personal ministerial que sigue este caso, lo que derivó en balaceras en la ciudad fronteriza.
En febrero comenzaron a surgir denuncias contra el personal de la Secretaría de Marina, señalándolos como responsables de las desapariciones; dicha situación propició que la dependencia naval concentrara en la Ciudad de México, el 1 de junio, a los elementos de las Bases de Operaciones de la Región Norte de Tamaulipas y Nuevo León, para que la PGR investigara el asunto.
La Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada abrió 26 carpetas de investigación relacionadas con la desaparición de 35 personas, 31 de los cuales son hombres y cuatro mujeres; entre los ausentes hay cinco menores de edad.
Ahora, la pesquisa ha dado un vuelco, porque funcionarios del gobierno federal revelaron que la línea de investigación que ha cobrado mayor fuerza es que Juan Gerardo Treviño Sánchez, El Huevo, líder de Los Zetas o cártel del Noreste, está detrás de las desapariciones, que se presume cometieron células delictivas que utilizan indumentaria similar al personal naval y que se dedican a “tareas de limpieza”, es decir, a desaparecer personas.
Hasta el momento, las indagatorias han permitido a la PGR localizar sin vida a nueve de las 35 personas reportadas como desaparecidas; de acuerdo con las necropsias practicadas a los cuerpos de las víctimas se concluyó que fueron ejecutadas. Los cadáveres fueron hallados en distintos parajes de Nuevo Laredo.
Mientras tanto, una mujer fue encontrada con vida; ella declaró que fue liberada por un grupo delictivo.
Los funcionarios consultados comentaron que durante esta investigación, la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada ha practicado entre 70 y 80 diligencias solo en Nuevo Laredo.
Asimismo, ha realizado inspecciones en depósitos vehiculares; ha citado a comparecer a testigos; se han efectuado peritajes a videos de cámaras de vigilancia, además de que se realizaron aseguramientos.
Por el momento, la fiscalía no ha entrevistado al personal de la Marina que se encuentra concentrado en la Ciudad de México; no obstante, sí ha revisado las instalaciones navales, pero no hay algún indicio que señale a los marinos como responsables de las desapariciones.
Balaceras
Los funcionarios explicaron que las balaceras que se suscitaron el lunes derivaron de una persecución contra tres agentes del Ministerio Público Federal adscritos a la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada y siete peritos que habían terminado de realizar una diligencia.
El personal de la PGR fue interceptado por una célula de Los Zetas cuando salía de la base naval de Nuevo Laredo; lo anterior dio origen a una persecución.
Los elementos del Ejército y de la Policía Federal que resguardaban a los ministeriales repelieron el ataque a balazos tras una persecución que se prolongó por las colonias Benito Juárez, ISSSTE, las Alamedas, la Concordia y sobre Reforma, una de las vías principales de la ciudad.
Los funcionarios consultados puntualizaron que este no es el primer ataque contra los servidores públicos de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada.
Indicaron que el pasado 12 de junio se registró otra agresión; aquella vez fue contra cuatro agentes del Ministerio Público Federal, ocho agentes de la Policía Federal Ministerial y ocho peritos, quienes también realizaban una diligencia.
El lunes, en redes sociales se difundieron videos donde se observa a personas que quedaron atrapadas en varios enfrentamientos ocurridos en las mencionadas colonias.
El tiroteo se escuchó también cerca de una tienda Walmart y en un restaurante, donde los comensales se tiraron al piso, según las imágenes.
En varios videos se escuchan las ráfagas, mientras las personas que graban dicen “no te pares”, “agáchate”, “madre mía, ayúdanos”, “protégenos, Dios mío”.
Algunas de las personas que quedaron atrapadas en el tráfico salieron de sus autos y se tiraron al piso para resguardarse.