Justo el día que comienzan las clases en el país, la exlideresa del sindicato magisterial más grande de América Latina hablará después de haber estado en prisión
Elba Esther Gordillo Morales reaparecerá hoy después de permanecer más de 5 años y 5 meses en prisión —y después en arresto domiciliario— acusada de delitos que la Procuraduría General de la República (PGR) no pudo probarle.
“La Maestra”, como se le conoce popularmente por haber dirigido el gremio de maestros más poderoso en toda América Latina, decidió romper el silencio justo el día que comienza el ciclo escolar 2018-2019, 12 días después de haber recuperado su libertad.
Gordillo fue aprehendida en febrero del 2013, cuando llegaba de un viaje en un jet privado al aeropuerto de Toluca; acusándola de delincuencia organizada, defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La detención se realizó apenas unas semanas después de que se pronunciara públicamente en contra de la reforma educativa, una de las reformas bandera del recién estrenado gobierno de Enrique Peña Nieto.
Tan pronto como el priista ganó la elección, en julio del 2012, comenzó la promoción de la reforma educativa que llevaría a cabo en el corto plazo; de inmediato, esto encendió las alarmas en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuya lideresa en ese entonces, Elba Esther, no dudó en enfrentarse con el presidente.
“Ni amenazas, ni nada me van a intimidar. Para morir nací. Quiero morir con un epitafio: ‘Aquí yace una guerrera; como guerrera murió”
El 20 de diciembre de ese año, apenas 20 días después de que Peña Nieto tomara protesta como presidente de la República, Gordillo se lanzó nuevamente contra los intentos del nuevo gobierno por aprobar una reforma educativa.
“Si hay algún delito o algo que cuestionarme, aquí estoy yo. Si soy yo la que estorba, hagan de mí lo que quieran, pero contra los maestros no, definitivamente no. Y los únicos que van a decidir si me voy o me quedo son los del Consejo y el SNTE”.
“No estamos en venta. Estamos en pie de lucha por las demandas del magisterio. No es coercionando ni amenazando como se van a tener mejores resultados. No permitiremos que se lesione en lo más mínimo la dignidad de ningún maestro”, dijo aquel día durante una conferencia de prensa.
Gordillo se pronunció abiertamente en contra de que la evaluación fuera la que definiera la permanencia de los maestros en el servicio. Su argumento era que otros factores, además de los maestros, influyen en la calidad de la educación en México. Además, estaba en contra de la privatización de la educación.
En febrero del 2013, Gordillo fue detenida. La investigación estaba a cargo de la Procuraduría General de la República, cuyo titular era en ese momento Jesús Murillo Karam, quien la acusó de desviar recursos del SNTE para favorecer a personas físicas y morales. Los desvíos se habrían realizado entre el 2008 y el 2012.
El 8 de agosto pasado, tras dictaminar que existía falta de elementos en el último juicio por el supuesto manejo irregular de mil 978 millones de pesos, un juez le otorgó su libertad.
Ahora, a unos meses de la salida de Peña Nieto de la Presidencia de la República, Gordillo vuelve a la vida pública del país, justo en los albores del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ha prometido echar abajo la reforma educativa.
La maestra excéntrica
Elba Esther Gordillo se caracterizó siempre por tener una vida excéntrica, llena de lujos y dádivas, que le granjearon críticas en los círculos políticos y sociales.
Su atuendo siempre con ropa de marcas como Chanel, Prada, Gucci o Louis Vuitton, al igual que sus accesorios como bolsas o piezas de joyería que compraba en los mejores almacenes de Estados Unidos y México, le provocaron señalamientos por su riqueza, incomparable con el ingreso de los maestros de educación básica del país.
Según versiones periodísticas, en un solo atuendo, “La Maestra” podía gastar más de 15 mil dólares.
El lujo y los privilegios no serían solo una marca personal de Gordillo, también de sus más allegados.
En octubre del 2008, por ejemplo, Gordillo regaló 59 camionetas Hummer a los representantes estatales del SNTE, cada una con un valor —en ese entonces— de más de 40 mil dólares.
El hecho provocó un escándalo en los medios de comunicación; sin embargo, nada ocurrió y Gordillo lideró el SNTE sin mayor contratiempo durante todo el sexenio del panista Felipe Calderón.