Apoyos sin llegar, recursos "perdidos", promesas incumplidas y damnificados en las calles
A un año del sismo de magnitud 7.1 –con epicentro en Axochiapan-- que dejó 74 muertos el pasado 19 de septiembre del 2017, las cifras oficiales ofrecen un panorama en el que “Morelos está de pie”, pero la realidad es otra.
La realidad
Miles de familias siguen viviendo en medio de la tragedia, sorteando la insensible burocracia que propició fraudes para la reconstrucción de los hogares y la pérdida de los recursos destinados para quienes se quedaron sin nada.
Según el gobierno del estado, más de 31 mil viviendas en 17 municipios sufrieron algún tipo de daño, la mitad, recibieron recursos del FONDEN, el resto, fueron beneficiados por “Unidos Por Morelos” que prometió construir casi dos mil casas en el estado, hasta ahora, sólo han entregado 295 viviendas.
En cuanto a la infraestructura educativa, se ejecutan casi 400 obras en escuelas, con un avance general de entre el 40 y 45 por ciento, de las 79 obras en escuelas catalogadas con daño menor, se han entregado 30 planteles; 230 inmuebles con daño parcial, siguen en ejecución y de las 41 escuelas de nivel básico con daño total en 32 aún continúan los trabajos de rehabilitación.
El sismo afectó siete tramos carreteros, que afectó la conectividad de 20 municipios y que, en su reconstrucción, se invirtieron 322 millones de pesos.
El siniestro provocó la desaparición de cauces naturales, provocando que los balnearios “San Ramón” y “Apotla”, se secaran, mientras que “Agua Hedionda” y “Palo Bolero” pudieron rehabilitarse con el apoyo de las autoridades y la extracción del vital líquido en niveles mayormente profundos.
Lenta reconstrucción
La reconstrucción en Morelos va mucho más lenta de lo que todos esperaban. Aún ahora, a un año del sismo, en los 17 municipios del estado afectados, los trabajos de demolición están detenidos, según declaró a medios nacionales Alexis Ayala Gutiérrez, coordinador del programa ‘Unidos por Morelos’.
“A cargo de la Sedatu estaban todas las demoliciones de las viviendas de daño total. La realidad fue que muchas demoliciones no se dieron, quedaron pendientes. Habrá quedado pendiente más de un 60 por ciento, ni un sólo municipio en el estado quedó cerrado por completo”.
Pese a que se informa haber beneficiado a los damnificados que no fueron considerados por Fonden, hay personas que tampoco entraron en este programa.
De acuerdo con el Instituto de Infraestructura Educativa de Morelos, el 80 por ciento de los mil 800 planteles que hay en el estado sufrieron algún tipo de daño. 41 fueron demolidos, dicen que su reconstrucción ha tardado porque algunos recursos como los del Fonden han fluido con lentitud.
Y mientras que los porcentajes de reconstrucción son menores a 50 por ciento, las heridas siguen abiertas y los riesgos creciendo.