CUERNAVACA, Mor.- El director de la cárcel distrital de Jonacatepec, oriente del estado, Miguel Ángel Calvo Barragán, fue cesado luego de las protesta de un grupo de internos que se cosieron los labios para denunciar irregularidades en los espacios de confinamiento y restricciones para el uso de herramientas con las que elaboran productos, que posteriormente venden en los días de visita.
Para atraer la atención de las autoridades de la Coordinación Estatal de Reinserción Social y de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHM), siete prisioneros se cosieron los labios y otros 50 iniciaron una huelga de hambre, constataron visitadores de Derechos Humanos.
El gobierno del estado emitió un comunicado de prensa e informó que por la tarde se restablecieron las actividades y la gobernabilidad en el centro penitenciario, así también comunicó que el encargado de despacho de la Coordinación Estatal de Reinserción Social, Daniel Guerra Márquez, removió al director de la cárcel, Miguel Ángel Calvo Barragán y en su lugar fue nombrado Hugo Silva Solórzano.
Las presuntas anomalías fueron dadas a conocer por un familiar de un preso, León Román Maldonado, quien relató que paradójicamente los cambios adversos para los internos se registraron cuando la cárcel logró la certificación de la Agencia de Correccionales de América (ACA), por haber cumplido con 138 estándares internacionales.
Entre las quejas citan que el espacio para visitas es muy reducido, “el interior de la cárcel tiene condiciones deplorables, no mide más de 70 metros para 120 personas lo que resulta un severo confinamiento”, y además se impide el paso de herramientas y materiales con las que los presos elaboran productos para su venta y generan recursos. El programa desapareció por orden del director del penal, Miguel Ángel Calvo Barragán, acusaron.
Asimismo denunció que se impide el papel moneda y en su lugar se dan tarjetas de intercambio de productos, los cuales duplican su valor comercial al interior de la cárcel. También hubo señalamientos por la comida.
El gobierno estatal dijo que la cárcel distrital logró la certificación del ACA “por las buenas prácticas que permiten una administración penitenciaria ejemplar, debidamente organizada en orden, disciplina y abatimiento de la corrupción, pues entre los estándares se encuentra la prohibición del uso de dinero en efectivo, entre otros”.
Finalmente la Comisión de Derechos Humanos dio fe del movimiento de protesta de los internos y certificó la atención médica de los internos que se cosieron los labios y el levantamiento de la huelga, una vez que testificaron el mejoramiento de los alimentos.
La protesta traspasó muros ya que los familiares se manifestaron con pancartas afuera de la cárcel y finalmente las denuncias provocaron la destitución del director.