La deuda neta del sector público federal se incrementó a un ritmo de 2 mil 230 millones de pesos diarios en el último año, con lo cual tuvo un aumento de 814 mil 233 millones en dicho lapso, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Según el reporte del estado de las finanzas públicas, al cierre de agosto el saldo histórico de los requerimientos financieros, medida más amplia de la deuda del país, ascendió a 10 billones 166 mil millones de pesos, aumento de 8.7 por ciento respecto de los 9 billones 532 mil 224 millones que acumulaba a agosto del año pasado.
Esos niveles son consistentes con los techos de endeudamiento aprobados por el Congreso para 2018
, señaló en un comunicado.
De acuerdo con el documento, en agosto la deuda pública representó como proporción 44 por ciento del producto interno bruto (PIB), índice más alto desde que se tiene registro para un mes similar.
Sin embargo, en términos anuales la deuda alcanzó su mayor proporción respecto del PIB en 2016, cuando llegó a 48.2 por ciento, y de ahí ha venido bajando hasta 45.4 en lo que va del año.
Se refrenda que la deuda pública como proporción del PIB continuará mostrando una trayectoria decreciente al cierre de 2018
, señaló la dependencia.
Además, refirió que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del balance del sector público federal, tuvieron un déficit de 270 mil millones de pesos, en línea con la meta anual de 2.5 por ciento del PIB.
Detalló que durante enero-agosto de 2018 los principales balances de las finanzas públicas fueron mejores a lo programado.
El balance público presenta un déficit de 230 mil millones de pesos, el cual fue menor al programado: 369 mil millones.
Asimismo, el balance primario registró un superávit de 151 mil millones de pesos, el cual se compara con el previsto en el programa, de 24.7 mil millones.
Por otra parte, los ingresos presupuestarios del sector público cayeron 5.5 por ciento en los primeros ocho meses de este año respecto del mismo lapso del año pasado, principalmente debido a la disminución de la recaudación vía impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a gasolinas y diésel, y una fuerte baja en el rubro de aprovechamientos.
La dependencia informó que los ingresos vía IEPS cayeron 28.6 por ciento (38 mil millones menos que en el mismo periodo del año pasado), mientras los aprovechamientos bajaron 67.9 (268 mil 301 millones).
Hacienda informó que los ingresos captados mediante IEPS a gasolinas y diésel pasaron de 152 mil 193 millones de pesos de enero a agosto del año pasado a 113 mil 985 millones en el mismo lapso de este año, disminución de 38 mil 208 millones.
La baja está relacionada con la decisión de la SHCP de utilizar los IEPS como mecanismo de suavización en aras de mantener los precios relativamente estables en México ante incrementos de los costos internacionales.
Pese a ello, el precio de las gasolinas continúa con una tendencia al alza y su impacto en los niveles inflacionarios es incluso mayor que el que se dio en enero de 2017, cuando entraron en vigor aumentos de hasta 20 por ciento.