La próxima titular de la Semarnat, Josefa González-Blanco, indicó que es importante contar con un balance, poner por encima el desarrollo del bien común y tener un análisis objetivo para tomar una decisión conjunta, escuchando a todos los sectores.
Autoridades del gobierno electo e integrantes de los pueblos originarios del oriente del Estado de México coincidieron en la necesidad de analizar y conocer la propuesta del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en la zona de Texcoco.
Durante un diálogo que sostienen pueblos originarios en resistencia al NAIM Texcoco con integrantes de la próxima Subsecretaría de Derechos Humanos y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre otras, exhortaron al público a informarse sobre los daños e impactos que podría ocasionar la obra en esta región mexiquense.
Entre las propuestas que plantearon es que las obras del aeropuerto se detengan hasta determinar las acciones que se van a tomar, a partir de la consulta que se realiza y en los encuentros que sostienen.
A su vez, la próxima titular de la Semarnat, Josefa González-Blanco, indicó que es importante contar con un balance, poner por encima el desarrollo del bien común y tener un análisis objetivo para tomar una decisión conjunta, escuchando a todos los sectores.
Ante un grupo de personas que manifestaron su interés a favor del lago de Texcoco, reconoció que no se realizó una consulta previa informada como se debió haber hecho, “pero por eso estamos aquí, porque somos una nueva opción, estamos escuchando y estamos consultando a los expertos”.
Invitó a los asistentes a participar en una mesa de análisis con expertos ambientales para comenzar una discusión y conocer las consecuencias antes de tomar una decisión sobre este tema.
Abundó que se debe realizar una discusión objetiva para llegar a una determinación conjunta, consensada, escuchando a todos los actores, porque es fundamental entender y conocer las consecuencias ambientales antes de tomar una decisión, "pensemos en el aquí, en el ahora, en el espacio, en el futuro y en qué va a suceder”.
En su oportunidad, el próximo subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, recordó que en 1998, cuando se planteó la posibilidad de construir un aeropuerto en el lago de Texcoco, se opuso como secretario del Medio Ambiente del gobierno de la ciudad por las implicaciones políticas, sociales, ambientales y culturales.
Comentó que se propuso que el aeropuerto alterno se construyera en Tizayuca como complementario, donde, incluso, se elaboró el proyecto ejecutivo; sin embargo, se inició la construcción del nuevo aeropuerto en la zona de Texcoco, y tienen claro que este proyecto es un error desde cualquier ámbito que se vea, una error económico, en materia de planeación de desarrollo urbano y social.
Señaló que desde su opinión personal, se trata de un problema ambiental y es el último vestigio de la zona lacustre y esto tiene que revertirse, “ahora vamos a asumir responsabilidades institucionales, en la parte de protección, defensa y garantía de derechos humanos tenemos que responder”.
Añadió que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, requiere del apoyo de la población para la organización social y poder revertir actos de corrupción y sancionarlos, por lo que la consulta tiene que recoger el sentir de la población afectada, algo que no se realizó previamente.
En su intervención, el vecino de Texcoco e ingeniero forestal, Juan José Reyes, planteó cuatro puntos sobre el proyecto de construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, que centraliza el poder económico, político y cultural.
Explicó que la cuenca cerrada por el aeropuerto provocará un desierto y se destruirán bosques, humedales y cerros, por lo que planteó que mientras se realizan las consultas, se suspenda la construcción del aeropuerto.
Juan Pablo Murillo, de la comunidad de Tepetlaoxtoc, subrayó que este proyecto no tiene sustento legal y el gobierno tiene todos los elementos necesarios para tomar una postura contra la continuación del proyecto y la polémica del debate no es aeronáutico ni financiero, sino ambiental y territorial y se debe entender como una condición necesaria para tener una conclusión.
Resaltó que han identificado cuatro rubros de impacto que han afectado a algunos municipios, entre ellos 150 minas explotadas en 15 localidad en el radio del sistema regional ambiental, cuando sólo se habían declarado 16 en cinco municipios; el segundo rubro es la omisión del plan lago de Texcoco en la manifestación de impacto ambiental, que no considera que un lago no es igual que una laguna de regulación.
Consideró que el depósito de lodos salinos sódicos, que están contaminados y son depositados en socavones de minas en Texcoco, y los proyectos complementarios que quedaron fuera de la manifestación ambiental sobre el entubamiento de nueve márgenes de ríos por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para llevar el vital líquido a la zona del nuevo aeropuerto afecta la recarga e infiltración.
ijsm