Reos de siete penales realizaron 3.7 millones de llamadas al año, a través de teléfonos celulares. En algunas prisiones estatales semanalmente se realizan más de 43 mil llamadas con sólo 90 equipos.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) reconoció que el sistema de bloqueo de teléfonos celulares que opera en las cárceles federales y estatales del país es un fracaso, pues la delincuencia organizada realiza alrededor de 3.7 millones de llamadas al año utilizando esos aparatos o bien en casetas fijas, en su mayoría para extorsionar a potenciales víctimas.
Según un informe del IFT enviado al Senado, hay una cantidad importante de equipos sospechosos en al menos cinco penales federales y dos estatales con población de 20 mil internos o más, donde tan sólo en una semana en un solo penal, se realizan hasta 219 mil 700 llamadas que buscan extorsionar o intimidar.
El IFT dio seguimiento a una serie de investigaciones que realizó durante el 2016 y 2017 con resultados similares, donde comprobó que en algunos penales estatales cada semana se realizan más de 43 mil llamadas usando solamente 90 equipos y en federales más de 19 mil, con igual número de equipos.
El documento publicado en la Gaceta Parlamentaria del Senado detalla que el Comité Especializado de Estudios de Investigación en Telecomunicaciones confirmó que hay una cantidad importante de equipos sospechosos en el conjunto de penales que se analizó.
El reporte no especifica los nombres de los penales que fueron sujeto de este estudio, pero aclara que se ubican en distintas regiones del país, con características diversas, aunque el factor común es que tienen poblaciones de al menos 20 mil internos.
En el reporte se señala que la tendencia para llamadas ilícitas es a través de la modalidad de prepago y que las series de marcación se hacen a números consecutivos.
El IFT expone que para la sociedad en general, estas cifras son alarmantes si se combinan con los reportes oficiales que señalan un incremento en actividades ilícitas relacionadas con la extorsión y el secuestro.
Por ello, recomienda a las autoridades penitenciarias diseñar programas que reduzcan al máximo la introducción de equipos terminales y de IMSIS (Identidad lnternacional de Abonado Móvil), en los recintos penitenciarios.
Asimismo plantea la importancia de que los equipos bloqueadores de señal se adecuen a las especificaciones técnicas en el menor tiempo posible y operen conforme a las bases para la Instalación y Operación de Sistemas de Inhibición, a fin de alcanzar los objetivos de política pública.