Rosario Robles ha sido la funcionaria más esperada en el Congreso mexicano en las últimas semanas. La secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano se ha presentado este martes en la Cámara de Diputados para explicar el desvío de recursos públicos en dos ministerios que ha encabezado durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto. La trama de corrupción, conocida como la estafa maestra, fue desvelada en una investigación periodística el año pasado y exhibió una cadena del Gobierno federal con empresas fantasmas por la que se han extraviado unos 7.760 millones de pesos (unos 420 millones de dólares).
Robles ha negado las acusaciones y ha zanjado la conversación al llegar a la tribuna de San Lázaro: “No hay un solo contrato suscrito con empresas fantasma y estas acusaciones tienen que documentarse con pruebas”. La comparecencia de la ministra acumuló una larga lista de legisladores que reclamaron la deshonestidad de la funcionaria. Algunos diputados, principalmente de Morena, exhibieron letreros acusando la corrupción por parte del Gobierno de Peña Nieto. “¿Dónde están los 7.000 millones de pesos de la estafa maestra?”, se leía en una de las cartulinas de uno de los legisladores. Los gritos en la sala subieron de tono en diversos momentos, principalmente, cuando los diputados del PRI defendieron a la ministra.
Los cuestionamientos a Robles se concentraron en la estructura de la trama de corrupción: la triangulación de recursos públicos a través de contratos celebrados con universidades públicas, que a su vez se asociaban con empresas fantasma. La responsabilidad por estos contratos fue asumida por algunos mandos medios que han sido investigados y sancionados. “¿Por qué permitió este delito? ¿Fue engañada o lo sabía todo? ¿Le parece normal que el patrón para robar siempre haya sido el mismo?”, cuestionó la diputada de Morena, Sandra Olvera. Aunque investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación —la institución encargada de fiscalizar los gastos del Gobierno— han confirmado el desvío de recursos, Robles ha negado la existencia total de la trama. “No acepto que nuestras universidades públicas sean parte de un esquema para triangular el desvío de recursos”.
Robles insistió durante la maratoniana sesión en que los señalamientos en su contra son publicaciones de la prensa sin fundamento. Además, la ministra acusó que la cobertura del caso ha sido misógina al poner la atención únicamente en ella, por el hecho de ser mujer.“¿Por qué se tomó la decisión editorial de poner la cara de una mujer en esa investigación? Eso se llama violencia política de género”, dijo. Ante la insistencia de Robles por argumentar ensañamiento de la opinión pública por su género, al menos tres legisladoras apuntaron que el caso se concentra en su responsabilidad como funcionaria pública. “La condición de género no nos exime de asumir las responsabilidades por actos de corrupción”, dijo Martha Tagle, diputada de Movimiento Ciudadano. “Feminismo no es sinónimo de corrupción”, apuntó la legisladora Sandra Olvera, de Morena.
La corrupción y el enriquecimiento ilícito de los funcionarios a través del dinero público han marcado los seis años de Gobierno de Peña Nieto. Los diputados de casi todos los partidos —excepto el PRI y Encuentro Social— apuntaron sobre la posibilidad de que Robles sea investigada ante la desaparición de los recursos. “Le pido diputada que por transparencia pida la evolución patrimonial de mi patrimonio público. Sigo viviendo en la misma casa hace 23 años. No tengo más propiedad que esa, no tengo otra cuenta bancaria que donde se deposita mi salario mensual. Vivo de mi salario”, respondió la ministra ante los cuestionamientos sobre su patrimonio.
La mayoría de los legisladores que hablaron en la sesión manifestaron que las explicaciones de Robles ante la trama han sido insuficientes. La ministra deberá presentarse el próximo 31 de octubre ante el Senado, donde también expondrá sus argumentos contra la estafa maestra. El Congreso mexicano no dará tregua. “Vaya buscando un abogado, porque no vamos a permitir actos de corrupción”, ha increpado Emmanuel Reyes Carmona, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), la misma formación política que la respaldó por más de 15 años. “Qué busquen debajo de las piedras”, ha zanjado Robles.