Ciudad de México— Morena propuso ayer en la Cámara de Diputados el rediseño y la poda del Gobierno federal.
El coordinador parlamentario, Mario Delgado, presentó en nombre del presidente electo una reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública federal.
La iniciativa contempla compactar plazas de confianza, eliminar oficialías mayores y suprimir direcciones adjuntas a secretarías de Estado.
También crea dos secretarías y reestructura otras.
“Es indispensable que la administración que iniciará su mandato el 1 de diciembre cuente con una estructura orgánica y operativa alineada a los objetivos y propuestas realizadas en campaña, como espera la ciudadanía en su propósito de ver un cambio”, indica la propuesta.
“El futuro Gobierno procederá de inmediato a la compactación o disminución de plazas de mando medio o superior, incluyendo las direcciones generales adjuntas que fueron creadas a partir de diciembre de 2006 sin que mediara justificación suficiente sobre su necesidad, dice la iniciativa”.
En la Secretaría de Gobernación (Segob), por ejemplo, se pasará de seis subsecretarías a tres: Gobierno, Derechos Humanos y Democracia Participativa.
Además pierde funciones policiacas para crear la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Esta dependencia absorberá todas las funciones de Seguridad y Protección Civil que actualmente tiene la Segob.
En esta nueva dependencia se dará cabida al Centro Nacional de Inteligencia, que derivará de la transformación a la que será sometido el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Otro de los elementos de la poda administrativa es la eliminación de la figura de Oficialía Mayor en todas las dependencias, salvo en Sedena y Marina, y en su lugar la creación de unidades de Administración y Finanzas.
También considera que los órganos internos de control de las dependencias públicas dependan jerárquica y presupuestalmente de la Secretaría de la Función Pública.
La iniciativa prevé que desde la Presidencia se diseñen los criterios sobre la política de comunicación social. En ese tema, el presidente electo ha manifestado que habrá una reducción del 50 por ciento en el gasto de publicidad gubernamental.
La propuesta de ley formaliza la creación de la figura de los “superdelegados” en cada entidad, quienes serán los encargados de redimensionar el gasto público destinado a las 2 mil 300 delegaciones, subdelegaciones y oficinas de representación de dependencias y entidades de la administración pública federal.
Los titulares de las Delegaciones de Programas para el Desarrollo serán designados por el próximo coordinador general de Programas para el Desarrollo, Gabriel García Hernández.
“Aquellas delegaciones hoy existentes cuya presencia no se considere útil y resulte onerosa serán suprimidas, para ello se propone un plazo que permita identificar todos los factores que están relacionados con su funcionamiento”, indica la propuesta de ley.
La iniciativa propone la creación de la Secretaría del Bienestar, en sustitución de Desarrollo Social, como entidad que articule las políticas sociales del nuevo gobierno, en rubros como salud, educación y cultura.
Entidades como Liconsa y Diconsa pasarán de Desarrollo Social a la Secretaría de Agricultura, mientras que el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales –que hoy depende de Hacienda– pasará a formar parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.