El huracán Willa ha tocado tierra este martes en el Estado de Sinaloa, en el Pacífico mexicano. El fenómeno meteorológico, de categoría 3 sobre un máximo de 5, ha entrado en territorio continental en los alrededores de la localidad de Escuinapa en el Estado de Sinaloa. Dos horas después de situarse sobre tierra firme, continúa teniendo la misma intensidad con rachas de viento de hasta 220 kilómetros por horas. Unas 40.000 personas de los Estados de Jalisco, Nayarit y Sinaloa han abandonado sus casas para refugiarse en 58 albergues temporales fuera de las zonas de riesgo, según ha informado la Coordinación Nacional de Protección Civil. "La situación es muy grave, es un sistema que tiene vientos máximos de más de 200 kilómetros por hora. Es muy peligroso", apunta Jaime Albarrán, subdirector técnico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El fenómeno viaja con una velocidad de 28 kilómetros por hora con vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora. La llegada de este huracán a territorio mexicano provocará tormentas torrenciales en Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Durango así como tormentas intensas en Zacatecas, Colima, Chihuahua y Coahuila, de acuerdo con el SMN. Los efectos de este fenómeno meteorológico ya se han podido sentir en zonas tan turísticas la costa de Nayarit o la ciudad de Puerto Vallarta (Jalisco), donde se han detenido todas las actividades marítimas.
Ante la llegada de Willa, en los municipios de la costa del Pacífico se decretó la suspensión de todas las actividades industriales, comerciales y turísticas desde las dos de la tarde hora local. El objetivo: reducir al mínimo el peligro para los habitantes. Según los cálculos del coordinador de Protección Civil en México unas 100.000 personas —tanto residentes como turistas— salieron voluntariamente de las zonas de riesgo. Muchos de ellos pasarán estos días en casas de familiares o amigos.
El lunes por la noche, trabajadores de los hoteles sellaban las puertas y ventanas de los alojamientos turísticos con planchas de madera frente al icónico paseo marítimo en Mazatlán —cuyo aeropuerto ya está cerrado desde primera hora de la tarde de este martes—, una popular ciudad costera en el Estado de Sinaloa. A escasos metros, se podía advertir la llegada de turistas que descargaban sus pertenencias y también palmeras se desplazaban debido a una ligera brisa. Para hacer frente esta amenaza, el Gobierno mexicano ha instalado más de 2.900 albergues temporales a lo largo de toda la costa pacífica.
En una gasolinera en las afueras de esta ciudad, una gran fila de coches esperaba para cargar combustible y asegurarse de comprar en una tienda cercana otros bienes indispensables para los próximos días. Una de las trabajadoras de la estación de servicio, Zulema Pardo, ha señalado en declaraciones a Reuters que los residentes se han llevado grandes provisiones de agua y han dejado vacías las estanterías donde los vendedores colocan habitualmente el pan. "La gente está realmente asustada", agrega.
Antonio Echevarría, el gobernador de Nayarit, ha recordado que las escuelas se encuentran cerradas y ha pedido a la ciudadanía no desafiar al huracán: "No actuemos como superhéroes. Es un huracán muy potente, y no queremos ninguna tragedia". Sinaloa también ha cerrado sus escuelas. Se calcula que en los Estados de Jalisco, Nayarit y la propia Sinaloa sumarán más de 160.000 evacuados. El Servicio Meteorológico Nacional ha informado que este miércoles Willa se debilitará en su ruta hacia el norte de México, en especial, los Estados de Coahuila y Nuevo León; sin embargo, provocará fuertes lluvias en los Estados del oeste del país.
La tormenta tropical Vicente, formada en las aguas del Pacífico cerca del Estado de Chiapas, dejó a su paso una docena de muertos en Oaxaca, de acuerdo con los datos de la Coordinación Estatal de Protección Civil de la entidad, a consecuencia de los deslaves de tierra. Este martes, el Servicio Meteorológico Nacional de México anunció que el fenómeno se degradó a depresión tropical y que los remanentes avanzan hacia el territorio de Michoacán y Jalisco. Las autoridades han señalado que las lluvias han reblandecido el suelo en algunas zonas.