El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y la Unión Europea han condenado este jueves el asesinato de otro comunicador en México. Gabriel Soriano, locutor y técnico de Radio y Televisión de Guerrero, fue acribillado la noche del miércoles en Acapulco, una de las ciudades más afectadas por la violencia en el Pacífico mexicano. "Este asesinato es un terrible recordatorio de que la violencia contra periodistas no cesa en el país", ha dicho Jan Jarab, representante de la ONU-DH, en un comunicado.
El asesinato de Soriano, de 40 años, ocurrió a las ocho de la noche. El locutor de un programa de hip-hop transmitido los domingos regresaba de la transmisión del tercer informe de Gobierno de Héctor Astudillo, el gobernador del Estado de Guerrero, una entidad que no ha logrado sacudirse el fenómeno de la violencia en más de seis años. La entidad tuvo durante el mes de septiembre, la tercera tasa de homicidios más alta del país con 68 asesinatos por cada 100.000 habitantes, solo superada por Colima y Baja California.
La Unión Europea, Noruega y Suiza se han sumado también al reproche a las autoridades mexicanas por el frágil entorno en el que se mueven los informadores en México. "Expresamos nuestra preocupación por la falta de resultados en las investigaciones abiertas para esclarecer casos anteriores de asesinatos a periodistas", señala una declaración hecha pública esta mañana. México alcanza con este caso al menos diez periodistas asesinados en lo que va de 2018, de acuerdo con Naciones Unidas. Pamela Montenegro, una bloguera de Acapulco, también falleció en Guerrero tras un ataque el mes de febrero.
Jarab considera "urgente" que sean adoptadas medidas para garantizar un ambiente seguro para el ejercicio del periodismo en México. "Una de las principales medidas de prevención es la lucha contra la impunidad en la que permanecen la mayoría de las agresiones", consideró el representante del organismo internacional. La organización Artículo 19, que vela por la libertad de expresión, ha contabilizado el asesinato de 119 periodistas desde el año 2000 a la fecha. Este, sin embargo, no es uno de ellos.