-Desde el miércoles 31 de octubre, aligeraron la carga y se tomaron el “puente”
El Congreso está ataviado de temas pendientes, hacia los cuales no ha brotado
una solución. Desde la tarde del miércoles 31 de octubre pasado, aligeraron la carga y se tomaron el “puente”, frente a los problemas del pueblo de Hueyapan, las bases sindicales la ley del notariado y las vicisitudes en torno a las deficiencias financieras.
De acuerdo a testimonios de los trabajadores del Poder Legislativo, este parlamento (constituido por mujeres, en su mayoría) lleva “los mismos pasos” de su antecesor, que se caracterizó por perpetuar el binomio corrupción-impunidad, con el aliciente del ex mandatario Graco Ramírez.
Agilizaron la denuncia contra los ex representantes populares Francisco Moreno Merino, Beatriz Vícera Alatriste, Hortencia Figueroa Peralta, Silvia Irra Marín y Julio Espín Navarrete, por el presunto delito de peculado, mas no las exigencias de diversos grupos ciudadanos.
Dijeron que ellos, desde su investidura, cobraron sus salarios, que asciende (en general) a aproximadamente cuatro quincenas; es decir, cinco millones 600 mil pesos. El diputado Alfonso de Jesús Sotelo Martínez fue criticado por los vecinos del pueblo originario de Hueyapan, al tildarlo de “irresponsable”, al igual que su homóloga del Partido del Trabajo, Tania Valentina Rodríguez Ruiz, quien no ha hecho nada ante las demandas interpuestas.
Añadieron que el proceso de entrega-recepción se ha vuelto un espectáculo mediático, en el que saldrá impune Hortencia Figueroa Peralta, pese a las denuncias que imperan en su contra, por un presunto peculado y por haber vendido el parque vehicular sin las consideraciones legales correspondientes.
Agregaron que es necesario que se resuelva el problema de los 22 millones de pesos que se “perdieron” en el Instituto de Crédito, que lastimó las estructuras financieras de un cúmulo importante de familias.
Además, exigieron al sindicato que dé celeridad a la resolución de sus prerrogativas, que, en términos generales, consisten en sus sueldos, canonjías y otros.
Sin expertos en la ciencia jurídica, dudaron que las denuncias interpuestas contra algunas figuras del anterior parlamento vayan a fructificar: “La simulación es una constante”.