El presidente republicano perdió la Cámara de Representantes, pero amplió su poder en el Senado.
Las proyecciones se cumplieron. Los demócratas lograron arrebartarles el martes, en las elecciones intermedias de Estados Unidos, la Cámara de Representantes a los republicanos, quienes, sin embargo, ampliaron su mayoría en el Senado al quitarles al menos dos escaños al partido azul.
El resultado, aunque apenas en el límite, es clave para mantener vivo el proyecto político del presidente de EU, Donald Trump, quien gobernará la segunda mitad de su administración con un Congreso dividido.
La primera gran victoria de la noche para los republicanos en la Cámara Alta fue la de Mike Braun, que se hizo con el asiento del Senado por Indiana, hasta ahora en manos del demócrata Joe Donnelly.
Al cierre de esta edición, los asientos en el Senado pertenecientes a Wyoming, Utah, Nebraska, Mississippi, Tennessee, Indiana, Dakota del Norte y Texas habían caído del lado del partido del presidente.
En manos de los demócratas quedaban Nuevo México, Ohio, Pensilvania, Virginia, Nueva Jersey, Virginia Occidental, Wisconsin, Connecticut, Delaware, Massachusetts, Maryland, Minnesota, Nueva York y Rhode Island.
Sin sorpresa, el senador independiente Bernie Sanders, que forma parte de la bancada demócrata, y el demócrata Tim Kaine fueron reelegidos.
Fueron claves en el triunfo republicano los votos en Texas, donde Ted Cruz mantuvo su banca, aunque por un margen más ajustado de lo que históricamente suelen registrar los conservadores en el estado de la estrella solitaria.
Las batallas más disputadas fueron las de Florida, con el demócrata Bill Nelson defendiendo su asiento contra el exgobernador republicano Rick Scott, y el escaño por Arizona que deja vacante el republicano Jeff Flake y se disputaban la demócrata Kyrsten Sinema y la conservadora Martha McSally.
Los demócratas finalmente consiguieron los 23 escaños necesarios para recuperar una mayoría en la Cámara de Representantes que los republicanos ostentaban desde 2011, según proyectaban las principales cadenas de noticias, aunque faltaban todavía establecerse las bancas exactas.
En su único tuit del día, Trump se dijo triunfador, pero, al perder el control de la Cámara de Representantes, tendrá dificultades para aprobar determinadas leyes, como la de salud o migración, entre lo que se encuentra el proyecto para financiar el muro que divide a México. Además hay algo que podría complicarlo aún más al activarse diversas investigaciones que lo involucran y que hasta ahora están dormidas, como las vinculadas al “Rusiagate” por la injerencia rusa en la campaña de 2016.
Entre las sorpresas de la noche y que darán un giro a la Cámara Baja están la elección de Alexandria Ocasio-Cortéz, quien se convirtió en la congresista más joven, con 29 años. Rashida Tlaib también será la primera mujer musulmana en ser elegida para el Congreso de Estados Unidos. Por su parte, Ayanna Pressley será la primera afroamericana en representar a Massachusetts en la Cámara de Representantes. El legislador demócrata Jared Polis se convirtió en el primer hombre abiertamente homosexual en ganar una gobernación, al derrotar al republicano Walker Stapleton en Colorado.
Fuente: Óscar Castro.