La advertencia de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México es que ahora sí los gobiernos del segundo y tercer nivel tendrán que aplicar las medidas de austeridad, porque la crisis que pega al país no sólo es para los que menos tienen -como ha sido siempre- sino también hacia el servicio público. Al tener una deuda cercana a los siete mil millones de pesos, el gobierno estatal deberá ajustar su gasto corriente, principalmente en los salarios de sus secretarios, subsecretarios, directores generales, directores y los del llamado círculo rojo, que mensualmente significan más de 100 mil pesos; deberán aplicar también la austeridad en el pago excesivo de rentas de residencias, porque la mayoría no son nativos del estado, pagos de gasolinas, casetas y otros gastos que son demasiado onerosos para un estado económicamente pobre. En los municipios, los Cabildos deben también tomar sus previsiones y principalmente los regidores que cuentan con más ayudantes que maestros del nivel básico en las escuelas (Revista Vida política/ Felipe Villafaña).