Se solicitó el apoyo de 5 mil soldados en la frontera, incluyendo mil 300 que desde ayer se instalaron entre
San Diego y
Tijuana.
Las autoridades pudieran considerar cualquier opción, incluso, si fuera necesario, "suspender operaciones" o "un cierre completo" en la frontera, adelantó Flores.
"Si tenemos cualquier evento como lo que vimos cuando la caravana se movió de Centroamérica hacia México, en el que creamos que se pone en riesgo ya sea a los viajeros o a los oficiales, entonces tomaríamos los pasos necesarios para proteger la frontera", comentó.
De esta manera, se recurrió a las tropas que continúan con labores de apoyo, como la colocación de alambradas en la garita internacional, así como una fuerte presencia de vehículos militares en la zona.
Jeffrey S. Buchanan, teniente general de la Armada, subrayó por su parte que se trata de un operativo temporal de asistencia, y que en este caso la tarea de hacer cumplir la ley recae en la CBP y específicamente en la Patrulla Fronteriza.
Entre otras funciones brindarán apoyo médico, una policía militarizada para proteger a los propios soldados y un equipo aéreo que ayude a que oficiales tengan mejor movilidad en la frontera, agregó el militar, quien dijo permanecerán en el sitio hasta el 15 de diciembre.
"Quisiera que pensaran sobre seguridad fronteriza de la misma forma que una casa; cuando una persona llega a su casa debe tocar la puerta principal y presentarse", refirió Rodney Scott, jefe de sector de Patrulla Fronteriza en San Diego.
Dado que el espacio de procesamiento es limitado y EEUU se prepara para recibir una oleada de unos 7 mil inmigrantes, habrá coordinación con autoridades mexicanas para que el ingreso hacia el puerto de entrada sea en grupos reducidos, tal y como se ha hecho en anteriores caravanas.
Mientras tanto, el resto del contingente deberá esperar su turno en albergues de la ciudad mexicana de Tijuana, según contemplan autoridades estadounidenses.
Scott agradeció que el gobierno mexicano haya ofrecido refugio a los migrantes centroamericanos, por lo que sugirió que salvo que la solicitud de asilo sea por miedo a dicho país, "posiblemente no vaya muy bien".
Algunos grupos defensores de derechos humanos se han manifestado contra la presencia de personal militar en la frontera en respuesta a la caravana.
El presidente, Donald Trump, limitó las opciones para los solicitantes de asilo en la frontera con México mediante una orden presidencial que impide que esta protección sea concedida a quienes acceden al país de forma irregular.