Mientras la dirigente seccional señala que hay unidad, grupos disidentes del magisterio piden que se renueve la dirigencia local y nacional del sindicato de profesores

La renuncia reciente de Juan Díaz de la Torre a la presidencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) provocó también reacciones en el magisterio morelense. Algunos grupos se pronuncian por mantener la unidad y otros por un cambio radical en la estructura del gremio.

Alejandro Trujillo González, representante del Comité Democrático de los Trabajadores y del Movimiento Magisterial de Bases, aseveró que la caída de Juan Díaz es un logro de la lucha por la democratización del sindicato.

Dejó en claro que para los maestros de su organización (“expresión sindical”) es un momento oportuno para la democratización real de la organización sindical. Dejó en claro que no están de acuerdo con simulaciones y tampoco aceptarán que llegue al poder tanto a nivel nacional como en la Sección 19, el grupo identificado con Elba Esther Gordillo Morales.

“El SNTE somos todos, es de todos los trabajadores de la educación, es nuestro y vamos por su rescate, su democratización y puesta al servicio de la educación, del magisterio y la transformación de la patria. Es este movimiento democrático quien evitó que entregara a Peña Nieto los derechos de los trabajadores de la educación para renovar el control magisterial y facilitar la imposición de la punitiva reforma educativa de 2013”. 

Aseveró que no son ingenuos y la renuncia de Díaz de la Torre a unas cuantas horas del anuncio de Gordillo Morales de su supuesto regreso no es casualidad. Destacó que así lo ha establecido el comité democrático en un pronunciamiento: “no aceptamos un nuevo cacicazgo simulado o disfrazado de cambio; no aceptamos ningún acuerdo o negociación cupular de ningún tipo, sea cualquiera su origen, no aceptamos ninguna tentativa del regreso de Elba Esther Gordillo y “ningún cacicazgo más”, porque hasta hoy los procesos de representación del sindicato han sido manipulados y pervertidos para beneficios de las camarillas traidoras que entregaron derechos laborales, seguridad social, la educación y el futuro de la niñez, la juventud y la patria misma, aceptando cualquier método represivo y de control contra el magisterio para lograr nefastos objetivos”.
Aseguró que en este momento “hay una nueva correlación de fuerzas políticas y sindicales. Las bases y el pueblo nos hemos hecho mayoría. 
Debemos reactivar todas las fuerzas, realizar los acuerdos y las alianzas necesarias para que la democratización del SNTE sea una realidad. Ni la gente de Juan Díaz de la Torre ni de Elba Esther Gordillo garantizan este proceso. 
Exigimos que se conforme una dirección nacional provisional del SNTE en donde estemos todas las fuerzas representativas de las bases magisteriales, que tendrá como objetivo principal llevar adelante un verdadero proceso de democratización con la participación directa de las bases para el nombramiento de la nueva dirección nacional que emerja del voto libre, secreto, directo y universal”.

Trujillo González aseveró que junto con Díaz de la Torre debería renunciar o en su caso, se debe remover a todos los dirigentes seccionales que fueron “implantados” por Juan Díaz, incluidos los de la Sección 19, que corresponde a Morelos.

Por su lado, Yossmin Castillo Castrejón, dirigente de la Coalición de Trabajadores de la Educación del Estado de Morelos (Coatemor), expresó que no permitirán la atomización del magisterio, por ambiciones de poder personales o grupales.

“Nosotros siempre hemos peleado por la democratización del SNTE, la autonomía sindical y el carácter unitario. No vamos a permitir la atomización de nuestra organización, ya en Chile lo hicieron y los desaparecieron”.

Hizo notar que los otros grupos internos en el sindicato que buscan quedarse con la dirigencia son igualmente conocidos como “institucionales”, de tal manera que no habría un cambio y sí existen riesgos de división en caso de continuar por esa vía.

Advirtió que para la Coatemor lo óptimo en este momento sería modificar los mecanismos de designación de las dirigencias, para que cada integrante de la base en dicho sindicato (que es el más grande en América Latina y naturalmente en México y Morelos), elija de forma directa, por voto universal y secreto, a sus representantes.

Ante la efervescencia interna en el magisterio, la actual secretaria general de la Sección 19 del SNTE, Gabriela Bañón Estrada, reiteró este fin de semana, que no habrá inestabilidad en el sindicato, en tanto que haya unidad. Calificó como legítimas las aspiraciones de algunos maestros por ocupar posiciones dentro de la organización, pero aseguró que los liderazgos están del lado del sindicato y tienen la convicción de que a nadie le conviene la lucha intestina y menos la división. Afirmó que cada uno de los secretarios de las delegaciones sindicales y los integrantes del comité ejecutivo seccional seguirán trabajando con la base.

Aunque ninguno de los grupos lo ha reconocido abiertamente, es evidente que dichas condiciones generan mayor presión dentro del magisterio, como sucedió el viernes, cuando jubilados y homologados se manifestaron para exigir fecha de pago de aguinaldos.

Cualquier negativa de la parte oficial - como podría ser el no cumplir el compromiso del gobierno estatal de pagar a más tardar el 15 de diciembre, dada la crisis en la que se encuentran las finanzas locales- tendría efectos de mayor dimensión a los que se han tenido en años anteriores. El magisterio, por su número de afiliados y su impacto social, constituye un factor relevante en la gobernabilidad.