Durante 10 años, el Cártel de Tepito, liderado por Roberto Mollado Esparza El Betito, logró establecer una red de negocios en siete estados del país, a través de los cuales blanqueaban los recursos procendentes de la venta de drogas al menudeo.
Operadores del grupo delictivo crearon empresas, fundaciones sociales, despachos de abogados, consultorios médicos, universidades y despachos de asesores financieros, que se ubican en Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, San Luis Potosí, Zacatecas, Jalisco y Estado de México.
Un informe realizado por el Departamento de Inteligencia Financiera de la Ciudad de México, la Subsecretaría de Información e Inteligencia Policial de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) local, en colaboración con la Procuraduría General de la República (PGR), reveló el sistema de blanqueo de dinero que utiliza el Cártel de Tepito.
En el documento, del cual EL UNIVERSAL tiene copia, aparecen empresas publicitarias, despachos de abogados, así como de asesores financieros, fundaciones e incluso una universidad con sede en San Luis Potosí, mediante las que, a decir de la investigación, se triangulan grandes cantidades de efectivo producto de la venta de drogas, la extorsión a comerciantes de la zona centro, además de a propietarios de restaurantes de la Zona Rosa y Polanco, en la Ciudad de México.
El trabajo de inteligencia de las autoridades capitalinas, destaca que una vez que el dinero ilegal entra a las empresas antes mencionadas, se realizan depósitos mensuales de entre 300 mil y 500 mil pesos a las cuentas de Roberto Mollado Esparza El Betito y de David García Ramírez El Pistache, así como a sus prestanombres y personas ligadas al grupo delictivo que dirigen.
Las empresas de donde principalmente sale el efectivo para los líderes de La Unión operan desde Veracruz, Tlaxcala, Michoacán, Jalisco y el Estado de México. Desde ahí se realizan pagos fijos a los hijos, hermanos, sobrinos y primos de los capos, quienes aparentemente no tienen relación con actividades criminales del cártel.
También realizan el pago de colegiaturas, entre las que se incluyen universidades privadas a las que hacen depósitos de hasta 40 mil pesos, así como primarias particulares, cuyos montos superan los 20 mil pesos al mes.
También se tienen registros de tarjetas de crédito, renta y compra de vehículos de reciente modelo, al menos 10 de ellos se adquirieron en lo que va del año para El Betito y El Pistache, este último también se hizo de motocicletas con valor de entre 200 mil pesos y 400 mil pesos. En la nómina además se incluyen al menos a siete médicos cirujanos que están a su servicio.