El Gobierno mexicano está optimista sobre la compra de bonos por 1.800 millones de dólares del nuevo aeropuerto de Ciudad de México anunciada el lunes. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que los inversionistas y los mercados han confiado en la alternativa que su administración ha encontrado para cancelar la construcción del aeródromo. “No hubieron desequilibrios en el mundo de lo financiero. No tuvimos problema en la depreciación del peso. Hay confianza”, dijo este martes. López Obrador apuntó que la decisión de comprar la deuda se tomó para “proteger a los poseedores de bonos y a los inversionistas en general”.
La Bolsa Mexicana de Valores cerró el lunes con una ganancia de 0,84% tras el anuncio. El peso se mantuvo estable en la misma jornada aunque cerró el martes con una depreciación de 0,74%, ubicándose en los 20.51 pesos por dólar. “Persiste la incertidumbre con respecto a las políticas que implementará la nueva administración federal en México, al mismo tiempo que el mercado se mantiene a la espera de que se publique el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, para evaluar la factibilidad de los proyectos del nuevo gobierno”, advierte Gabriela Siller, analista de Banco BASE.
En las últimas horas los colaboradores de López Obrador han detallado el plan para retirar la deuda de manos de los inversionistas. Arturo Herrera, subsecretario de Ingresos, explicó en la radio mexicana que los recursos para comprar lo bonos se tomarán del efectivo existente en la caja del fideicomiso de Mexcat —una bolsa de 120.000 millones de pesos (5.800 millones de dólares) — y que también servirá para cerrar los contratos con las constructoras y los compromisos de la Fibra E, un instrumento financiero que sirvió para obtener inversión para el proyecto.
López Obrador dijo que confía en que la compra de bonos se realizará según lo previsto por su equipo y conforme al libre mercado. “Yo opino que aplica el libre mercado en la economía, que no se puede por decreto, por decisión política, regular el mercado, que esto depende de los inversionistas, de los que participan en el mundo financiero”, comentó. La calificadora Moody’s mantuvo la revisión a la baja de la calificación de los bonos del nuevo aeropuerto de Ciudad de México. La firma esperará hasta enero, cuando termine la recompra, para evaluar el éxito de la transacción. Por su parte, Fitch reconoció que el plan del presidente mexicano aliviará los riesgos a corto plazo tras cancelar el aeródromo.
El primer salto financiero del presidente mexicano ocurre a tres días de asumir el cargo, pero un mes después de anunciar la cancelación del aeropuerto de Ciudad de México. La decisión inicial, tomada después de una improvisada consulta popular, incrementó la incertidumbre en torno a las decisiones financieras que su administración tomará. El aeropuerto, planeado durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, tenía un coste estimado de 13.000 millones de dólares y su construcción ha avanzado un 32% según el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México. Las obras continúan en los terrenos en Texcoco hasta que el Gobierno mexicano haya acordado con los constructores e inversionistas la ruta de salida para cancelar el proyecto.