Desde 2011, los Servicios de Salud entregaron 12 dispositivos para medir el nivel de alcohol en la sangre, con el fin de implementar los controles de alcoholemia en nueve municipios, sin embargo no se han puesto en marcha pues la mayoría de las autoridades no han modificado su Reglamento de Tránsito, para que los agentes viales estén facultados para su aplicación. Los ayuntamientos que ya están cambiando sus reglamentos y que recibieron los aparatos fueron: Yautepec, Cuautla, Puente de Ixtla, Cuernavaca (que se vio beneficiado con dos equipos) y Tepoztlán. Zacatepec también recibió un equipo, pero no ha arrancado formalmente su proceso de adecuación, por lo que hasta la fecha sólo Jojutla, Temixco y Jiutepec son los tres únicos que sí aplican estos controles.
Además de los municipios mencionados, la Comisión Estatal de Seguridad Pública también recibió dos detectores. Martha Angélica Hernández Oceguera, responsable del Programa Estatal de Prevención y Control de Accidentes de los Servicios de Salud de Morelos, señaló que en 2015 trabajaron con siete municipios, orientándolos en cómo hacer los ajustes a sus reglamentos, pero con el cambio de administraciones los avances se truncaron. “A través de esta asesoría, lo que se brinda a los municipios es orientación para que su legislación sea lo más completa posible, para que tengan las herramientas que les permitan incidir en la parte de la prevención de accidentes”, señaló. La funcionaria agregó que una de las desventajas, para la aplicación del alcoholímetro, era el aspecto financiero, pues cada aparato tiene un costo de entre 35 mil y 50 mil pesos.
Ello sin contar la impresora y los insumos, como boquillas y papel para constatar los resultados, sin embargo, ahora que fueron dotados de los dispositivos, ese ya no es factor y lo único que hace falta es que agilicen su implementación. Hernández Oceguera precisó que a los ayuntamientos se les entregó un kit, que incluye el alcoholímetro, la cantidad suficiente de boquillas para arrancar el programa, chalecos de identificación para quienes los apliquen, una impresora y papel. “A partir de que comiencen a operar, es responsabilidad de los municipios garantizar el abasto de los insumos, que son básicamente las boquillas y el papel para la impresora”, dijo.
INICIATIVA
Martha Angélica Hernández recordó que la iniciativa para implementar el alcoholímetro fue del presidente Enrique Peña Nieto, a través del Consejo Nacional Contra las Adicciones, hace poco más de un año. Se estableció que los operativos de alcoholimetría deberían formar parte de las estrategias e intervenciones frecuentes enfocadas a la prevención de adicciones. No obstante, para poder aterrizar el proyecto se deben trabajar antes una serie de cuestiones, entre ellas el financiamiento de los equipos, mismos que requieren mantenimiento, revisiones periódicas, calibraciones e insumos.
“Además se requería también por parte de los municipios que tuvieran las reglamentaciones adecuadas, pues para que los municipios puedan, a través de sus departamentos de Tránsito, pararse en la calle, detener a alguien y decirle ‘mira este aparatito y sopla’, tienen que estar respaldados por su Reglamento de Tránsito, de lo contrario no tendrían el sustento legal para aplicar la revisión”, apuntó. Destacó los casos de Jojutla, Temixco y Jiutepec, donde el programa ya es aplicado, y gracias a ello se ha identificado el beneficio sustancial que aporta el alcoholímetros, no sólo en la parte de lucha contra las adicciones, sino en la reducción dramática en el número de accidentes.
“La Organización Mundial de la Salud señala, desde 2004, que si se establecen este tipo de controles de alcoholemia se logra reducir hasta en 20 por ciento el número de accidentes viales”, señaló. La funcionaria señaló que los Servicios de Salud en 2011 se dio a la tarea de colaborar con los municipios, entregándoles los equipos para la medición de los niveles de alcohol en el cuerpo. Hernández Oceguera agregó que el Programa de Prevención de Accidentes surgió como una estrategia para dar cumplimiento al Decenio por la Seguridad Vial, que estableció desde 2010 la Organización de las Naciones Unidas y que adoptó México, a través de la estrategia de seguridad vial, en un proyecto conjunto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Salud. Dicha estrategia trabaja con cinco pilares de prevención: Seguridad Vial, Infraestructura, Vehículos seguros, Comportamiento de los usuarios y Atención médica a víctimas de accidentes.
CUERNAVACA INICIARÍA EN SEGUNDO SEMESTRE
El alcoholímetro en Cuernavaca podría comenzar a ser aplicado en los próximos meses, declaró el regidor de Gobernación, Eduardo Bordonave Zamora, quien ha sostenido reuniones con la Secretaría de Seguridad Pública de Ciudad de México, para recibir capacitación en el tema de la logística. Explicó que dichos encuentros fueron solicitados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal, para conocer la logística para aplicar este programa, a fin de verificar si es factible operar de la misma forma en la capital morelense.
“Estos encuentros fueron de mucha utilidad para despejar varias dudas que teníamos los involucrados en desarrollar el tema del alcoholímetro en Cuernavaca, lógicamente nosotros no contamos con el número de elementos como los de la SSP de Ciudad de México, ni con sus recursos; por eso, debemos buscar la manera de aplicar este operativo con la misma efectividad pero de acuerdo a nuestras posibilidades”, señaló Bordonave Zamora.