El presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo al Programa de Reconstrucción para resarcir los daños del 7 y 19S que contará con 10 mil millones de pesos, una cuarta parte de lo destinado a esta labor por el gobierno de Enrique Peña Nieto
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la puesta en marcha del Programa de Reconstrucción por los sismos de septiembre del 2017 fondeado con 10 mil millones de pesos de recursos federales… apenas la cuarta parte de lo destinado a la restauración por el expresidente Enrique Peña Nieto.
A partir de la contingencia de los terremotos del 7 y el 19 de septiembre del año pasado, el gobierno del expresidente Peña Nieto destinó un total de 38 mil millones de pesos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para la atención de la emergencia y la reconstrucción.
De ellos, 29 mil 600 millones de pesos fueron dinero federal y 8 mil 400 millones fueron recursos de los estados, de acuerdo con cifras del Sexto Informe de Gobierno de Peña Nieto.
Aun así, a junio del 2018 solo se había reportado un avance físico del 46.9 por ciento en la reconstrucción.
El presidente López Obrador inició el Programa Nacional de Reconstrucción en Jojutla, Morelos, una de las comunidades que resultaron más afectadas por el sismo del 19 de septiembre del 2017
Ante cientos de habitantes de la localidad, el mandatario se comprometió a retomar los trabajos de reconstrucción y a no entregar el dinero a través de intermediarios
Además, dijo que visitará ese estado cada mes para supervisar el avance de las obras y verificar que no se den actos de corrupción.
Aunque los recursos para la reconstrucción en el gobierno del expresidente Peña Nieto fueron multimillonarios, su ejercicio estuvo manchado por varias irregularidades, como la clonación de las tarjetas donde se entregaba el dinero o denuncias sobre la entrega de apoyos a personas fallecidas.
Sin intermediarios
El presidente López Obrador indicó que el apoyo para las labores de reconstrucción se entregará directamente a los afectados y no a través de organizaciones políticas o sociales, como se hizo en el pasado.
“Para que todos estos apoyos sean personalizados va a haber una tarjeta. Ya nada de intermediarios. No se va a aceptar eso de que soy de la organización independiente Plan de Ayala y dame a mí el dinero y yo lo voy a entregar. No. Lo que diga mi dedito”, dijo el presidente, mientras agitaba el dedo en señal de negación.
“Que soy de la Antorcha Mundial, dame a mí el dinero y yo lo voy a entregar. ¡No!”, expresó. Esto se va a aplicar no solo a las labores de restauración, sino a todos los programas sociales del gobierno, como las becas o el apoyo a adultos mayores.
A pesar de lo limitado de los recursos, López Obrador ofreció no solo rehabilitar casas y escuelas, sino templos religiosos y obras de infraestructura, para lo que el gobierno federal contratará a personas de las comunidades para fomentar el empleo
“Que se rehabiliten, se mejoren, se amplíen, se construyan las viviendas que se requieren (…) incluye este programa, que es integral, la reparación, reconstrucción de centros de salud; incluye también el levantar, reconstruir los templos, las iglesias, que son patrimonio cultural.
“Y vamos a que se haga con el trabajo de la misma gente; se van a pagar buenos salarios a los trabajadores de la construcción para que haya empleo, que se logre un efecto multiplicador, que se hagan las obras, que se dé empleo y que el dinero se quede en los mismos pueblos para que se reactive la economía”, comentó López Obrador.
El Programa Nacional de Reconstruccion estará a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), dependencia que coordinará los trabajos de la Comisión Intersecretarial de Reconstrucción que agrupa a diferentes secretarías.
“Se busca que haya un seguimiento oportuno en el ejercicio de los recursos y evitar los esfuerzos aislados de cada dependencia. Por el contrario, hacerlo juntos y al mismo tiempo.
“En suma, buscamos que, ante el dolor e incertidumbre de las familias que llegaron a perderlo todo, exista la certeza que el Estado está presente y es capaz de brindar una solución coordinada”, expuso Román Meyer, titular de la Sedatu.
Meyer indicó que el Fondo de Reconstrucción tendrá recursos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación del 2019 por 10 mil millones de pesos, que se destinarán a la construcción de viviendas, escuelas, centros de salud y a inmuebles del patrimonio cultural.
“En el caso de vivienda, tarea en la que nos coordinaremos con la Comisión Nacional de Vivienda, los apoyos se darán de manera directa a las familias y estos incluirán de forma obligada un asesor técnico.
“En todos los casos se representarán y se cuidarán las características culturales de cada lugar; se tomarán en cuenta condiciones del clima, las condiciones ambientales y se asegurará que lo que se haya reconstruido sea en un lugar más seguro”, explicó Meyer.
Además de estos apoyos exclusivos para la reconstrucción a estos podrán sumarse la pensión para adultos mayores, las becas para los jóvenes y los apoyos para pequeñas y medianas empresas, entre otros, que se comprometió a entregar López Obrador.
Desorden en recursos
Durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto se documentaron diversas irregularidades e inconsistencias que fueron documentadas por distintos organismos.
La organización Transparencia Mexicana reveló que existieron inconsistencias entre las bases de datos de la Sedatu y las de Bansefi.
“Se presentan datos incompletos y dada la falta de documentos que describan la racionalidad detrás de las decisiones tomadas, no es posible identificar cuántas viviendas se han reconstruido, quiénes han recibido los apoyos de vivienda o cómo se puede comprobar que los recursos entregados fueron recibidos por las personas que lo requerían”, acusó la organización en septiembre pasado, con motivo del primer aniversario de los sismos de septiembre
Además de los recursos públicos autorizados del Fonden y se creó un Fondo de Reconstrucción de las Entidades Federativas (Fonrec) del que no solo no se tiene información pública, sino que el gasto fue ineficiente.
“De acuerdo a una auditoría de la Auditoría Superior de la Federación, los estados llegan a pagar hasta 1.3 veces el valor de los créditos que son pagados con recursos del Fondo General de Participaciones de cada estado. Esto hace que las autoridades usen recursos que deberían atender las necesidades de los ciudadanos, para pagar intereses”, expuso Transparencia Mexicana.
El presidente López Obrador prometió estar pendiente personalmente del uso de estos recursos de reconstrucción.