Los agentes atacan desde tres frentes: dos por los costados, sobre la carretera federal 190, y uno por la calle Calicanto. Una hora después del primer ataque unos 500 profesores resistían con piedras y palos a los gases lacrimógenos que les lanzaban los uniformados.
A las 12 de la noche comenzaron a llegar refuerzos de la población civil, pero entonces los maestros decidieron replegarse hacia el zócalo de la ciudad, ubicado a unos 3 kilómetros del Ieepo. Al llegar al tramo conocido como El Columpio, los profesores armaron una barricada con materiales de construcción y una máquina expendedora de refrescos.
Los policías, que los seguían a unos 500 metros de distancia, los atacaron de nuevo con gases lacrimógenos y pedradas, obligando a los maestros a replegarse. Más adelante éstos retuvieron un camión de la línea Autobuses de Oriente (ADO) al cual prendieron fuego, que más tarde fue apagado por bomberos.
Al cierre de esta edición el contingente magisterial continuaba su avance hacia el zócalo capitalino, mientras la policía dejó de hostigarlo y retornó a custodiar el Ieepo.
El desalojo se produjo después de que por la tarde un equipo de fuerzas especiales detuvo en la ciudad de Tehuantepec a Francisco Villalobos Ricárdez, secretario de organización de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, por la comisión de distintos delitos del fuero común y federal.
En respuesta a la detención de su dirigente, los profesores bloquearon el crucero donde se encuentra el Ieepo y del distribuidor vial de Cinco Señores, donde retuvieron unidades del transporte público y de empresas proveedoras. Este último fue abandonado horas después pero no así el del Ieepo, que finalmente quedó desocupado a la medianoche.