Afirma que no coincide con la medida, pero los recibe por motivos humanitarios; alistan llegada de 20 que hicieron trámite de asilo allá y esperarán de este lado llamados a audiencias; la SRE condiciona ingresos de centroamericanos; señala que no aceptará a menores solos ni a personas enfermas; en cuanto a familias, estudiarán caso por caso
Luego de que el gobierno de Donald Trump anunciara el regreso a la Garita de El Chaparral, Tijuana, de 20 migrantes centroamericanos, que pidieron asilo a ese país, las secretarías de Gobernación (Segob) y de Relaciones Exteriores (SRE) acusaron que es una decisión unilateral y reiteraron que no aceptarán un “Acuerdo de Tercer País Seguro” con Estados Unidos.
Las dependencias federales señalaron que esto implicaría un compromiso vinculante de procesar en territorio mexicano, todas las solicitudes de asilo a la Unión Americana de migrantes que pasen por el país; sin embargo, indicaron que se recibirá a ciertas personas por cuestiones humanitarias y con apego a una migración segura.
“Hemos sido informados por la Embajada de Estados Unidos en México que en las próximas horas su gobierno presentará, de manera unilateral, en la Garita de San Ysidro, ubicada en Tijuana, Baja California, a un grupo de veinte extranjeros”, indicó el vocero de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco.
“El Gobierno mexicano admitiría el ingreso de ciertas personas extranjeras provenientes de EU, que hayan recibido un citatorio ante un juez migratorio, mediante permisos de ingreso por razones humanitarias que, de manera temporal, permitan a esas personas su estancia regular en el país”, señaló.
Asimismo, subrayó que no se aceptará a menores no acompañados ni a extranjeros con problemas de salud devueltos por dicho país mientras tramita sus solicitudes de asilo. En el caso de familias, dijo, se someterá a consideración dada la complejidad de la situación en este tema.
En este contexto, la directora de Agenda Migrante, Eunice Rendón, señaló que la estrategia del Gobierno federal de registrar personas de manera ordenada para entregar su tarjeta de visitante por razones humanitarias, es buena; sin embargo, aseguró que la administración federal no debe aceptar todo lo que el gobierno estadounidense quiere.
“Si fuera por Trump, el pasa a todos los que quiera. Sí es importante no caer en las cuestiones que el presidente de Estados Unidos señale, porque es mucho de decir cosas mediáticamente y va a aprovechar la caravana que llegue ya regularizada, para volver a hacer insultos”, aclaró a La Razón.
La activista advirtió que México puede tener problemas en el tema migratorio con esta nación, en caso de que la situación persista, ya que el mandatario de EU dice y se desdice cada que tiene oportunidad.
Además, dijo que México no debe ser el tercer país seguro para los migrantes, porque tendría que existir una estrategia mucho más amplia, donde se coordine con las autoridades del país del norte.
Asimismo, señaló que en algún momento se debe terminar el programa migratorio federal, ya que al año pasan 300 mil migrantes por el país y no a todos se les puede dar el registro.
Por ello, insistió en que se debe analizar cada caso para identificar quién realmente es vulnerable, quién es un riesgo para la nación y quién solamente busca pasar de largo por el territorio.
En tanto, la investigadora de la UNAM, Martha Elena Garibay Ochoa, mencionó que todas las fronteras en el mundo tienen problemas por la actividad migratoria y, en el caso de México, siempre ha existido. Sin embargo, apuntó que recientemente la actitud de Donald Trump la ha potenciado, ya que es negativa con los migrantes centroamericanos.
“Deja pasar a algunos hondureños y luego les dice que no tienen el perfil para darles algún tipo de asilo en su país. No está violando ninguna ley, pues está en todo su derecho de hacerlo”, declaró.
- El Dato: El Instituto Nacional de Migración ha registrado 10 mil 130 solicitudes de visitante por razones humanitarias de adultos, de éstos mil 159 son de El Salvador.
Por otra parte, destacó que la Unión Americana debe repatriar a los centroamericanos a sus países de origen y no a México, como desea hacerlo, ya que no son mexicanos.
“Dentro de los acuerdos internacionales, se dice que el Estado que los rechaza tiene la obligación de regresarlos por sus propios medios a sus países”; por ello, dijo que el gobierno mexicano no debe aceptar a esos migrantes.
Finalmente, mencionó que, si el país está teniendo cierta tolerancia, también debe obligar a Estados Unidos a cumplir su parte, porque tampoco está haciendolo al cien por ciento.