-Lo acusa el gobierno de Cuauhtémoc Blanco por los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y evasión fiscal
-Iguales suertes corren Elena Cepeda y Rodrigo Gayosso, esposa e hijo político del ex gobernador; también incluyen a Alberto Barona Lavín
Por los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y evasión fiscal, el gobernador del estado, Cuauhtémoc Blanco Bravo, denunció a su antecesor el perredista Graco Ramírez, a su esposa Elena Cepeda, a su hijastro Rodrigo Gayosso , así como al titular de la Notaría Número 8 en Cuernavaca, Alberto Barona Lavín, quien también fue secretario de Administración en su sexenio.
Blanco Bravo interpuso la denuncia de hechos ante la Fiscalía General de la República y aseguró que se presume operación en la compra-venta de dos inmuebles en Cuernavaca por un monto aproximado a los 22 millones de pesos con recursos de procedencia ilícita.
El mandatario estatal, acompañado del jefe de la Oficina de la Gubernatura, José Manuel Sanz Rivera, el consejero Jurídico, Samuel Sotelo Salgado y el asesor Anticorrupción, Gerardo Becerra Chávez de Ita, presentó la denuncia y advirtió: “no vamos a permitir que se haga daño a Morelos”.
En entrevista, el mandatario estatal aseguró que la familia y ex colaboradores del Graco Ramírez se beneficiaron con recursos del erario público y “no se vale lo que hizo el ex gobernador y su familia y no lo vamos a permitir”.
En tanto, el asesor Anticorrupción del Gobierno de Morelos, Gerardo Becerra Chávez de Ita, explicó que la denuncia es por posibles actos de delincuencia, además adelantó que podrían presentarse una serie de querellas más contra el ex gobernador y sus colaboradores.
Además dijo que en la transacción de la compra-venta de dos inmuebles en una zona exclusiva de la capital donde se presume existió tráfico de influencias que podrían constituir delincuencia organizada.
Finalmente, precisó que será la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).SEIDO quien determine qué personas más estén involucradas y qué otros delitos pudieran haberse cometido. No se descarta el tráfico de influencias.