Fue hace unos días cuando el adolescente, estudiante de una secundaria ubicada en la región poniente del municipio, salió de su casa y caminó a pie rumbo a la escuela. Habitualmente no se transporta así para tomar clases, ya que un primo suyo le hace el favor de trasladarlo en su vehículo. Sin embargo, el lunes pasado su familiar llegó tarde. Y él no quería llegar tarde a la institución.
De acuerdo a los testimonios recabados por personas que optaron por reservar su nombre, los hechos ocurrieron entre las 06:30 y las 07:00 horas del pasado 6 de junio:
Mientras caminaba rumbo a la escuela, desde la zona norte de la ciudad, el joven fue subido a la fuerza a una camioneta Voyager color negra, en cuyo interior se encontraban otros seis hombres, sus captores, quienes lo ataron de las manos y lo amordazaron para evitar que gritara. Después, se transportaron a una casa en obra negra, donde lo golpearon. Finalmente, se pusieron a beber alcohol y se emborracharon.
Gracias a eso, el protagonista de esta historia pudo escapar y huir a la casa de sus abuelos, donde fue encontrado horas más tarde, el mismo día de su captura.
El consejo de su padre
Consciente de que esta historia pudo tener un final desagradable, el padre del adolescente exhortó a quienes, como él, pueden cometer el error de descuidar a sus hijos, especialmente en un estado donde los niños, adolescentes y jóvenes se han convertido en las nuevas víctimas de la delincuencia.
Hace sólo dos meses, a mediados de abril, trascendió en Morelos el caso del pequeño Jairo Abimael, quien fue secuestrado en la colonia La Huizachera, del municipio de Yautepec. Fue otro caso en el que la familia pudo recuperar la tranquilidad luego de que las autoridades rescataran al niño.
Pero las historias de secuestros en el Oriente de Morelos no siempre tienen un final feliz. También en Yautepec, a finales de marzo, tres jóvenes fueron encontrados sin vida en el río homónimo, días después de que sus familias los reportaran como desaparecidos.
A fines de noviembre de 2014, mientras se dirigía al Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos (Cobaem) ubicado en Casasano, un joven de 20 años de edad fue asesinado por negarse a ser asaltado, un hecho que conmocionó a la comunidad estudiantil de este municipio y que generó una movilización en las calles por parte de sus compañeros y de estudiantes de otras escuelas.