México ha experimentado una debacle en la producción de gasolina Premium durante los primeros 90 días de este gobierno.
En diciembre de 2018 y enero de 2019, Petróleos Mexicanos (Pemex) arrastró una caída de 67% en la producción de este tipo de combustible, empleado sobre todo por automóviles de modelo reciente y, en espera de los datos de febrero, estaría muy lejos de la meta que se propuso para el tercer mes, de acuerdo con su Programa Operativo Anual 2019, cuya copia posee EL UNIVERSAL.
En las condiciones actuales, la petrolera no puede cubrir ni 1% de las necesidades del mercado nacional con producción propia, lo que la ha obligado a mirar al extranjero, sobre todo a Estados Unidos, para comprar el producto.
Prácticamente, todos los automóviles de modelo reciente y los que salen de agencias están utilizando gasolina Premium importada.
Actualmente, de acuerdo con la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, poco más de 5 millones de unidades vehiculares emplean este tipo de combustible en el país.
Los registros de la empresa productiva del Estado muestran que en enero produjo apenas un promedio de 314 barriles diarios de gasolina Premium, cuando la demanda es de 97 mil 982 barriles diarios.
Para febrero, la empresa se había propuesto elaborar al menos mil 500 barriles diarios, es decir, 1.3% de la demanda nacional.
Sin embargo, para alcanzar la meta Pemex tendría que aumentar 377% el volumen de producción.
Pemex reconoce en su bitácora anual que sólo podrá aportar un promedio de mil 700 barriles diarios al mercado este año para cubrir apenas 1.4% del consumo nacional, estimado en 119.5 mil barriles diarios.
Hasta enero de este año, último dato oficial disponible, tres de las seis refinerías que opera Pemex ―Madero, Minatitlán y Salamanca― dejaron de producir este combustible, lo que representa un hueco importante para cubrir la demanda interna.
Para México esta situación tiene un costo, pues se ve en la necesidad de recurrir a los mercados externos. En 2019, Pemex prevé importar 12.8 mil barriles diarios en promedio de gasolina regular y 105 mil barriles diarios más de regular de Ultra Bajo Contenido de Azufre.
Por estas compras programó pagar 86.1 y 91.1 dólares por barril, respectivamente, lo que va a representar un desembolso de 3 mil 891.8 millones de dólares en el año.
El uso de la gasolina Premium para modelos recientes es sugerido en los manuales del propietario que ofrecen las agencias cuando un automóvil es vendido.
Ese es uno de los elementos a considerar cuando se realiza la carga para los vehículos, puesto que este tipo de combustible requiere un proceso más complejo que permite disponer de una gasolina con mejor tratamiento químico, menor cantidad de azufre y agrega aditivos que alargan el ciclo de vida del motor, por eso su precio es más alto.
Estímulo fiscal. Este viernes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público decidió aplicar el primer estímulo fiscal en este gobierno a la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la gasolina Magna.
El acuerdo fue publicado en el Diario Oficial de la Federación y estará vigente del 9 al 15 de marzo de este año, lo que supone un estímulo de 1.95%, que equivale a 0.094 pesos.
La dependencia explicó que la decisión implica que en lugar de que el consumidor pague la cuota total del IEPS vigente en 2019, que es de 4.804 pesos, pagará 4.717 pesos por litro. En cuanto al diesel, se asignó un estímulo fiscal de 19.51%, lo que redundará en un beneficio para el autotransporte de carga y pasaje al evitar que se pague la cuota de IEPS vigente completa, sino 4.25 pesos por litro.
En el caso de la gasolina Premium, las autoridades hacendarias decidieron que el precio vigente se mantenga sin estímulo fiscal. Esto implica que al tener una tasa de 0% el consumidor seguirá pagando la cuota completa de IEPS, 4.06 pesos por litro.