Bruselas
México nunca antes desembolsó tanto dinero en el mercado mundial de fabricación de armas como en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, afirma el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés).
Ni siquiera durante el mandato de Felipe Calderón, el cual se caracterizó por sacar a las Fuerzas Armadas de sus cuarteles para combatir en las calles a los cárteles de la droga —una estrategia que se mantiene hasta la fecha— el país gastó tanto en importación de armas.
Con las compras acumuladas durante la presidencia de Peña Nieto, México superó a Brasil como el mayor importador de armas en América Latina durante el periodo 2014-2018 y se ubicó en el escalafón 34 a nivel mundial. En 2017, México ocupó el lugar 35 globalmente.
Según el reporte del SIPRI sobre tendencias globales del gasto militar, México concentró 0.7% de las importaciones de armas a nivel mundial durante el periodo 2014-2018, lo que representó un incremento de 40% con relación al periodo 2009-2013, cuando su participación en el mercado bélico fue de 0.5%.
“El incremento del gasto militar por parte de México prácticamente ha sido una constante en los últimos cinco años”, dijo a EL UNIVERSAL Nan Tian, experto en gasto militar y transferencias armamentistas del SIPRI.
"El aumento va en línea con la utilización de las Fuerzas Armadas en la lucha contra los cárteles de la droga”, agregó.
El mayor pico registrado durante la gestión de Peña Nieto tuvo lugar en 2015, cuando el gasto militar ascendió a 7 mil 700 millones de dólares (informe SIPRI 2016), por encima de los topes contabilizados por sus predecesores, Felipe Calderón y Vicente Fox, 5 mil 613 millones, en 2012, y tres mil 229 millones de dólares, en 2001, respectivamente.
Con este monto, México concentró 73% de las importaciones de armas realizadas en Centroamérica y El Caribe durante el periodo 2014-2018, al tiempo que rebasó a Brasil y Venezuela, históricamente dos de los mayores clientes en Latinoamérica.
“México ha superado a Brasil debido a que ha venido aumentado su gasto y Brasil lo ha disminuido. También ha dejado atrás a Venezuela, que por sus problemas financieros prácticamente no ha recibido ningún tipo de armamento en los últimos dos años”, explica el investigador.
Brasil redujo 28% su participación en el mercado global de importación de armas y se ubicó en el lugar 35 a nivel mundial.
Durante el periodo de análisis, Estados Unidos cubrió 63% de las importaciones mexicanas, seguido de Francia, con 9.4%, y Holanda, con 8.9%.
En la lista de SIPI, de los 40 principales importadores de armas, sólo otro país latinoamericano aparece: Perú, que está en el lugar 40. El informe destaca que, en el caso de Venezuela, un país que enfrenta una grave crisis política, económica y social, y que fue el principal importador de armas de Sudamérica en el periodo 2009-2013, las importaciones cayeron 83% para 2018.
Según la base de datos del organismo sueco, en los últimos años México ha concentrado sus compras en vehículos blindados y helicópteros, aunque también ha obtenido aviones de transporte, equipo naval y radares aéreos y marinos, como el CAPTAS ASW, enviado por Francia en 2017.
Entre el armamento destacan cuatro vehículos aéreos no tripulados tipo Aerostar y Dominator-2, entregados por Israel en 2017, así como cuatro aviones de transporte tácticos CASA-295 transferidos por España en 2015.
También sobresale el envío francés de un helicóptero estratégico tipo EC725 Super Cougar, siete Black Hawk estadounidenses S-70/UH-60L y 15 Bell-407, helicópteros empleados usualmente en Europa por fuerzas policiacas y unidades de rescate.
Tian destaca la adquisición de helicópteros, pues “tienen un carácter multiuso, pueden servir para transportar tropas, patrullar zonas remotas o para responder con artillería pesada desde el aire.
“No es equipo sofisticado ni es para enfrentar a otros países, pero va en línea con el tipo de uso, para combatir cárteles de la droga y responder al tipo de armas que tiene la delincuencia organizada”.
El analista prevé que el proceso continúe en tanto no haya una reestructuración de la fuerza policiaca y las Fuerzas Armadas continúen asumiendo el ejercicio de la seguridad pública.
A nivel mundial
En términos generales, el informe revela que la venta internacional de armas entre 2014 y 2018 aumentó 7.8% respecto a los cinco años previos.
Estados Unidos no sólo se mantuvo como el mayor exportador, sino que amplió su distancia respecto de su competidor más cercano, Rusia. En el periodo 2009-2013, Washington superó a Moscú 12%; ahora la diferencia es de 75%, advierte el reporte.
Aude Fleurant, directora del Programa de Armas y Gasto Militar del SIPRI, subrayó al presentar el reporte que en los últimos cinco años Estados Unidos exportó “armas a, como mínimo, 98 países; estos envíos a menudo incluían armamento avanzado como aviones de combate, misiles balísticos y de crucero de corto alcance, y un gran número de bombas guiadas”.
En la lista de los principales cinco vendedores de armas se ubican, en tercero, cuarto y quinto lugar respectivamente, Francia —el segundo proveedor de México—, Alemania y China.
Estos cinco países dan cuenta de aproximadamente 75% de las exportaciones de armas. Del lado de los importadores, los cinco primeros lugares los ocupan Arabia Saudita, India, Egipto, Australia y Argelia.