Lo dice de broma, pero es en serio: ‘vamos a pasar de una austeridad republicana a una pobreza franciscana’
Andrés Manuel López Obrador determinó que habrá un nuevo recorte en el gobierno federal que abarcará a todas las dependencias, la intención es contrarrestar una previsible baja en la recaudación de impuesto y la decisión de no generar un déficit fiscal en este año.
Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, señaló que esta intención ha sido expuesta a los secretarios de Estado por AMLO desde hace dos semanas. Romo agregó que “lo que dice lo hace y lo dice de broma, pero es en serio: ‘vamos a pasar de una austeridad republicana a una pobreza franciscana’. No duden, las últimas dos semanas nos ha pedido más recortes. El problema de recortar tanto es que yo veo a las secretarías agobiadas, por eso las defiendo, que les quitaron una gran parte del presupuesto y de la gente. Tenemos una inercia que no podemos contar, que no queremos paralizar, pero hay una determinación a no incurrir en un déficit fiscal”, detalló en la Asamblea 102 de la American Chamber México.
Alfonso Romo ligó este tema al de las calificadoras financieras internacionales y ratificó la decisión de López Obrador de cumplir expectativas financieras: “hay una determinación a no incurrir en un déficit fiscal, pero no tengan duda, primero serán otras cosas que no cumplir este mandado, para bien o para mal”.
“Nos pidieron que tuviésemos un plan B en caso necesario, no nos dijeron cuánto, porque queremos ser muy responsables fiscalmente”, agregó.
Romo se mostró optimista durante la reunión e incluso aseveró que en temas como el de la producción de gasolinas él ve expectativas mejores que las que tiene el Presidente. “He apostado muchas cenas”, bromeó al respecto y aludió a que la economía mexicana también se movió por encima de lo que Banxico había pronosticado para los últimos meses.
Ante los miembros de la American Chamber, señaló que una parte importante para cumplir los objetivos será que las dependencias federales acompañen las decisiones del Presidente, porque, señaló, en ocasiones, incluso sin maldad, por confusión, en el pasado el Ejecutivo disponía algo y los secretarios no acompañaban la decisión.
Resaltó el papel que tendrá el Consejo para el Fomento de la Inversión y la labor que los empresarios deberán realizar durante la llamada IV Transformación: “Me decía un empresario muy importante que a EPN el empresariado se tardó en verlo un par de años, y Andrés Manuel López Obrador los ha visto ya dos o tres veces; hay diálogo”.
El Consejo, aseveró, no va a ser un elefante que no se mueva, “la fuerza de este Consejo la darán los empresarios”.
Resaltó en ese mismo tenor la necesidad de cuidar la paz laboral y señaló que es un tema que se ha analizado con la parte del gabinete a la que corresponde el tema.