“Hechos que marcaron de manera decisiva la historia de nuestras naciones y que aún generan encendidas polémicas en ambos lados del océano”. Así describe los abusos cometidos durante la época de la conquista el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la carta que envió a principios de marzo al Rey de España, en el que le insta a pedir disculpas por los atropellos de entonces. El tono en el que está escrita la misiva generó el rechazo del Gobierno de Pedro Sánchez y ha provocado un choque diplomático entre ambos países.
En la misiva, cuya existencia adelantó EL PAÍS y parte de cuyo contenido ha publicado el diario Reforma este martes por la tarde, López Obrador afirma que el propósito del texto es “superar en forma definitiva los desencuentros, los rencores, las culpas y los reproches que la historia ha colocado entre los pueblos de España y de México, sin ignorar ni omitir las ilegalidades y los crímenes que los provocaron".
El diario mexicano ha reproducido una copia de la primera y de la última página de la misiva. "Qué mal gusto filtrar una carta sin firma y además mutilada", ha criticado Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador. No obstante, en su información, Reforma entra en detalle del contenido, cuya veracidad han confirmado fuentes de la Presidencia y de la Cancillería de México. López Obrador asegura a Felipe VI que México “no pide un resarcimiento del daño en pecuniario de los agravios que le fueron causados por España ni tiene el propósito de proceder de manera legal ante los mismos". No obstante, incide, como había confirmado, que quiere que “el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan. Por ese motivo, su Majestad, las actuales autoridades mexicanas elaboran un pliego de delitos que exhibirán ante el Reino de España antes de que finalice el año en curso", asegura la misiva.
El mandatario mexicano insiste en que el propósito de la carta es "superar en forma definitiva los desencuentros, los rencores, las culpas y los reproches que la historia ha colocado entre los pueblos de España y de México, sin ignorar ni omitir las ilegalidades y los crímenes que los provocaron".
El Gobierno español lamentó “profundamente” la misiva, después de que este diario publicase la existencia de la misma. “Rechazamos con toda rotundidad su contenido”, aseguró el Ejecutivo el lunes. Este martes, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, insistió en que el Gobierno, “obviamente”, no va a presentar esas “extemporáneas disculpas”. La petición encendió la polémica política en España: el PP, Cs y Vox criticaron la carta, pero Unidas Podemos defendió al presidente mexicano. López Obrador asegura que no asistirá a los actos por los 500 años de la fundación de Veracruz mientras no se resuelva el asunto.
“Del mismo modo que no vamos a pedir a la República francesa que presente disculpas por lo que hicieron los soldados de Napoleón cuando invadieron España. Ni los franceses van a pedir a los italianos que se disculpen por la conquista de las Galias de Julio César”, dijo el ministro de Exteriores, quien informó de una conversación con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard. “Vamos a hacer todo lo posible para que las relaciones entre los pueblos y los Gobiernos no se vean enturbiadas por esta iniciativa desafortunada”, señaló Borrell. Fuentes del Gobierno mexicano afirman que el canciller español trasladó “el malestar” de España con el contenido, el tono y el destinatario de la carta y manifiestan su sorpresa por la repercusión de la misiva en España.
Sobre los agravios que, considera, se produjeron durante la época de la conquista, López Obrador escribe al Rey: "Sin afán de ahondar en ellas, su Majestad, me ciño a los hechos: la incursión encabezada por Cortés a nuestro actual territorio fue sin duda un acontecimiento fundacional de la actual nación mexicana, sí, pero tremendamente violento, doloroso y transgresor; comenzó como un acto de voluntad personal contra las indicaciones y marcos legales del Reino Castilla y la conquista se realizó mediante innumerables crímenes y atropellos", desarrolla el mandatario mexicano, que prosigue: "Tanto en la conquista como en el proceso de colonización que siguió se cometieron incuantificables violaciones a las leyes entonces vigentes; entre las más públicas y notorias, se vulneró el principio del quinto real; se impuso le fe y se construyeron templos católicos sobre las antiguas pirámides y con los materiales de estas". "Se implantó un ordenamiento social basado en la segregación de castas y razas; se impuso la lengua castellana y se emprendió la destrucción sistemática de las culturas mesoamericanas", añade el texto.
En 2021 se celebran 500 años de la caída de Tenochtitlan y los 200 años de la independencia de México. Pero ya este año el calendario obliga a recordar un acontecimiento algo incómodo: la llegada de Cortés con medio millar de hombres y que acabó con la victoria de los conquistadores españoles. En el texto, el mandatario mexicano insta al Rey, a quien se refiere como “su Majestad”, a trabajar “a la brevedad, y en forma bilateral de realizar en 2021 una ceremonia conjunta al más alto nivel; que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados".
En concreto, el presidente asegura que establecerá el 21 de septiembre de 2021 como Día de la Reconciliación Histórica. El fin, como ha repetido desde el lunes López Obrador, es que “ambos países acuerden y redacten un relato compartido, público y socializado de su historia común, a fin de iniciar en nuestras relaciones una nueva etapa plenamente apegada a los principios que orientan en la actualidad a nuestros respectivos Estados".
El presidente mexicano asegura en el texto enviado al Rey que el 21 de septiembre de 2021 “será el día en que él pedirá perdón a los pueblos originarios por haber porfiado, una vez consumada la Independencia, en la agresión, la discriminación y el expolio a las comunidades indígenas que caracterizaron el periodo colonial". Según explica en el texto, "hará énfasis en las guerras atroces y genocidas emprendidas por el Gobierno mexicano en contra de los pueblos yaqui y maya, así como en la persecución racista que sufrieron los chinos en el territorio de México durante las primeras décadas del siglo XXI y en otros agravios y atrocidades que diversas autoridades cometieron contra la población".