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KRONOS: Perdió Gobierno control del poder

Después de consultar varios expertos de varios partidos políticos, gente que ha tenido en sus manos el control del poder en varios estados de la república y en algunos sexenios del gobierno federal, recogimos estas ideas que nos dan el diagnóstico preocupante de que en Morelos hay vacío de poder, y el gobierno ha perdido el control de la gobernabilidad, entendida esta como la confianza y la paz social.
Entendemos la gobernabilidad como la existencia de equilibrio en el ejercicio del poder político que permite solucionar las demandas sociales, así como la potencialidad que tiene el gobierno para atender su responsabilidad política, administrativa y de arbitraje de forma eficaz, estable y legítima.
La gobernabilidad se ve trastocada cuando los gobernantes son incapaces de llevar un gobierno eficientemente y enfrentan descontento y presión social de los gobernados; cuando existe sobrecarga de demandas sociales, generando ilegitimidad e ineficacia en la función del gobierno.
Por lo tanto Gobierno y sociedad determinan el equilibrio en que se expresa la gobernabilidad.
La ingobernabilidad se presenta cuando hay una crisis de gestión administrativa y de apoyo político de los ciudadanos a las autoridades.
En este contexto, el gobierno del estado de Morelos ha manifestado, a través de su secretario de gobierno, que se mantendrá la paz, tranquilidad, gobernabilidad y el estado de derecho; que los miembros del gabinete se conducirán con transparencia y honestidad de cara a los ciudadanos, que habrá “un gobierno de puertas abiertas”.
Pareciera que todo lo que declara el gobierno estatal es letra muerta, demagogia pura, palabrería que no abona en nada a la gobernabilidad del estado.
Morelos sufre hoy, transcurridos los primeros seis meses del mandato, una descomposición política que genera ingobernabilidad.
Existen elementos para afirmarlo:
• Desde el proceso administrativo de entrega recepción, que no siguió un curso normal, el enfrentamiento con el gobierno saliente fue una constante.
• La imprudencia y la falta de conocimiento de la realidad institucional e incluso social del estado por parte del equipo gobernante.
• falta de certeza laboral del personal del gobierno del estado (indecisiones y falta de proyecto).
• La confrontación del poder ejecutivo con el poder legislativo, la promoción —desde el ejecutivo— de una pugna entre los grupos parlamentarios del congreso para apropiarse del control del mismo; la división forzada de los diputados de morena para crear la fracción del partido encuentro social; las diferencias con el congreso que generó que se detuviera la aprobación del presupuesto 2019; la controversia constitucional que presentó el tribunal superior de justicia sobre el paquete económico 2019 aprobado por el congreso.
Todo esto deja clara la falta de coordinación y de acuerdo entre los poderes del estado y aún la interna del propio gobierno, con el conflicto del ejecutivo con la fiscalía del estado y la inacabada implementación del mando policial coordinado, no aceptado por algunos municipios.
• Así también, las diferencias con el actual ayuntamiento de Cuernavaca, réplica de las que, como alcalde capitalino enfrentó el actual gobernador con su antecesor, con la injerencia de funcionarios estatales en el municipio, sin respetar la figura del presidente municipal.
• A lo anterior se suma la consulta popular para definir la puesta en marcha del gasoducto y la termoeléctrica, con la que se puso en evidencia la presencia significativa de opositores al proyecto en la zona cero de la obra y la falta de atención de las inquietudes de estos grupos, llegando a declarar al presidente de la república como persona non grata en Morelos.
• El asesinato no esclarecido de samir flores soberanes, opositor al proyecto del gasoducto y la termoeléctrica.
• La inseguridad pública desatada en los municipios de Morelos (robos, homicidios, extorsiones y secuestros), sin una clara respuesta del gobierno del estado.
• Ocho municipios con alertas de violencia de género, sin atención del asunto en forma sistemática y permanente.
• el plan de pacificación de Morelos definido para devolver la tranquilidad al territorio estatal combatiendo la “violencia sin violencia”, al atender las causas sociales que originan la comisión del delito, pareciera demagogia: hay que pasar de las palabras a los hechos “mucho ruido, pocas nueces”.
• Los programas federales prácticamente están detenidos y representan un alto porcentaje de la inversión estatal.
• En el ámbito político partidista, el conflicto con la presidenta de morena es un factor de división con sus aliados electorales, de igual manera la presencia intermitente de Hugo Erick Flores ex presidente del partido encuentro social y actual delegado de programas federales en Morelos, no abona a la coordinación con el gobierno del estado.
• La falta de vinculación e inclusión de políticos locales al gobierno y el desarraigo y desconocimiento de quienes toman las decisiones ha generado incertidumbre, división, falta de compromiso, polarización y ha permitido la acción de grupos opositores al gobierno en las diferentes regiones.
• La ausencia del gobernador en los eventos públicos genera un vacío político, distorsionando la percepción pública sobre el interés del mandatario para atender la responsabilidad en el cargo para el cual fue electo.
• Por último, y no menos importante, el hecho de que vinculen al gobernador del estado en la constitución de un partido político denominado “México Blanco” genera ruido político, ya que quien preside los trabajos para crear este partido, en Morelos es la ex diputada Erika Hernández gordillo, sobrina de la maestra Elba Esther gordillo y cercana colaboradora de Hugo Erick .
• Para finalizar la ingobernabilidad que padece el estado de Morelos es evidente y lacerante; la perciben no sólo la cúpula política que ve y analiza esta situación, sino los grupos sociales y vulnerables del estado que son afectados y lo expresan de manera constante, dando como resultado un gobierno poco confiable, criticable y sobre el que se cierne el sentimiento de molestia y hartazgo, cada día más patente, de la población morelense.
Con respecto a la situación que prevalece en el estado de Morelos, derivado de lo expuesto y del contenido de notas informativas que circulan en medios nacionales, es evidente que la inacción en la toma de decisiones agudizará la situación de ingobernabilidad. por ello, se sugiere tomar la iniciativa y emprender una intervención en la que se consideren prioridades y medidas a largo plazo:
• Un análisis de la estrategia de gobierno, comunicación política y ejercicio de la administración pública del equipo gobernante, estableciendo grupos de coordinación, metas y plazos.
• Depurar las líneas de mando y establecer una dinámica ejecutiva en el ejercicio del poder, detectando nodos conflictivos para su eliminación o subsanación.
• Considerar la sustitución de mandos e incorporación de cuadros experimentados, cuya suma impulse el rumbo del gobierno estatal.
• Definir, subrayar y exponer las facultades del delegado de programas federales en Morelos, para facilitar su labor ante el gobierno estatal y su responsabilidad ante el ejecutivo federal. Dotarlo de la estructura funcional definida para este cargo.
• Replantear la relación de los poderes estatales, tanto constitucional como operativa, para superar la situación que los enfrenta.
• Despejar las versiones respecto al presunto interés político electoral de diversos actores gubernamentales.
• Alertar y atender los focos rojos en materias de seguridad pública, relación con los ayuntamientos y dispersión de recursos financieros.
• Depositar las líneas de mando y responsabilidades en quién corresponde.
• Atender los temas coyunturales que incidirán en la próxima visita presidencial al estado de Morelos.
• Respaldar a quien por ley toque el ejercicio del poder en las ramas del gobierno estatal, alienando su actuación a los intereses superiores del estado.
 

Ámbito: 
Nacional
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