En marzo, el precio de la Premium subió 3 por ciento respecto a febrero y la Magna aumentó 2.72 por ciento, explicando en buena parte que la inflación general regresara al nivel de 4 por ciento anual.
Los precios de los combustibles en México se fijan con respecto a los precios de referencia internacional, costos de logística, márgenes de ganancia de las gasolineras e impuestos, entre ellos el Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS).
Pero ni el hecho de que el Gobierno sacrifique con recursos fiscales una parte del IEPS ha frenado los precios y sí pone en riesgo sus metas de ingresos.
Entre el 9 de marzo pasado y ayer, ese impuesto en el precio de la Magna, por ejemplo, lo redujo Hacienda de 4.81 pesos a 3.19 pesos por litro.
Ayer, el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, acusó que el consumidor no ha recibido el beneficio del IEPS porque los gasolineros están incrementado el margen de ganancia.