Además, durante su régimen se acentuó la descomposición administrativa: Transparencia Mexicana
La gestión del ex gobernador perredista está entre las diez entidades con mayores tasas de impunidad
De acuerdo a Transparencia Mexicana, el ex gobernador Graco Ramírez dejó a Morelos como la peor entidad en materia de corrupción. En su régimen, la descomposición administrativa se acentuó.
Con base en el diagnóstico (que obra en poder de este rotativo), el estado es el peor calificado en el ámbito de corrupción, opacidad e impunidad. Según la medición del coeficiente “Transparencia, Anticorrupción, Impunidad Cero” (TAI), la gestión del perredista obtuvo las peores calificaciones; se situó entre las diez entidades con mayores tasas de impunidad en el país. Le siguen, en esa misma línea, las entidades federativas de Sinaloa, Chihuahua, Michoacán y la Ciudad de México.
Asimismo, en torno a la impunidad, que impera en más del 90 por ciento de los delitos perpetrados en México, el TAI evidencia a Quintana Roo y el Estado de México como las entidades más incumplidoras. Empero, Coahuila, Guerrero, Tamaulipas, Durango y Baja California obtuvieron calificaciones apenas “suficientes”. Morelos sigue inmerso ahí también.
Querétaro es la entidad con los niveles más “graves” de opacidad, seguida por Tlaxcala, Nayarit, Oaxaca y Tamaulipas. Sin embargo, en apego al estudio, todos los estados de la República presentaron retrasos en materia de transparencia.
Para medir el grado de opacidad, corrupción e impunidad en los estados, la organización utilizó los datos de la Métrica de Gobierno Abierto, cuya elaboración corrió a cargo por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del INEGI y el Índice Global de Impunidad desarrollado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
El objetivo de ésta, consiste en generar una “mirada integral” sobre estos tres ejes, que pueda derivar en políticas públicas y, de manera simultánea, “reducir el uso político que hacen los gobiernos de los datos relacionados con la opacidad, la corrupción y la impunidad”.
De acuerdo al organismo, el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) combina datos de una variedad de fuentes distintas que recogen las percepciones que tienen empresarios y especialistas de países sobre los niveles de corrupción en el sector público.
Para calcular el IPC, se siguen los siguientes pasos: seleccionar las fuentes de datos: cada una de éstas debe cumplir los siguientes criterios (para ser considerada válida): cuantificar las percepciones sobre corrupción en el sector público; utilizar una metodología confiable y válida, que asigne una puntuación y clasifique a varios países según una misma escala; ser generada por una institución creíble. Además, admitir un margen suficiente de variación de las puntuaciones; asignar puntuaciones a una cantidad significativa, entre otros.