Al considerarla muy costosa, el Consejo Político Nacional del PRI declinó por unanimidad la intervención del INE para organizar la contienda interna para renovar su dirigencia nacional y decidió que serán ellos mismos los que la realicen con el método de consulta a las bases que al final se mantuvo pese a los amagos de modificarlo.
El INE estimó un costo de 230 millones de pesos por organizar esa contienda y emplazó al PRI a limpiar su padrón de irregularidades, lo que prendió los “focos rojos “ por el impacto en las finanzas del partido y el riesgo de multas al no lograr presentar un padrón libre de inconsistencias e irregularidades.
Ante ello, los más de 300 consejeros del PRI, incluidos los seis aspirantes a la dirigencia nacional, otorgaron su confianza al CEN del tricolor para que empiece el proceso interno, desde la convocatoria y logística que finalice con la eleccion del 8 de septiembre próximo.
La dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, llamó a los aspirantes a la corresponsabilidad para que ésta sea una competencia y no una confrontación que divida o fracture al partido rumbo a los retos que tiene enfrente. “Que sea una contienda de civilidad para que el partido salga en cohesión y en unidad.(... )que no se promueva la división”, demandó.
Ruiz Massieu anunció que solicitará licencia como senadora para dedicarse de tiempo completo a las elecciones en puerta.
Asimismo pidió a los aspirantes cuidar al PRI en esta contienda “para que haya partido partido después de la contienda, para que la nueva dirigencia esté en condiciones de recuperar la confianza de la sociedad”, advirtió.
Fueron poco más de dos horas de discusión donde la dirigencia priista se vio obligada a atajar las especulaciones sobre un posible cambio de método para hacerlo por convención de delegados.
“El cambio de método no está a discusión”, aclararon Ruiz Massieu y el secretario general, Arturo Zamora.
Pero el CPN también sirvió de escenario para un primer “round de sombra” entre los aspirantes a la dirigencia nacional donde los principales “golpes” se los llevaron el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno y el exrector de la UNAM, José Narro.
“Hay riesgo de que el PRI desaparezca o entregarnos a(Andrés Manuel) Lopez Obrador como algunas expresiones de aquí en el PRI lo han planteado”, atizó elex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, también aspirante a la dirigencia nacional.
Ello en alusión al calificativo de AMLITO con el que han etiquetado al gobernador de Campeche, Alejandro Moreno por una supuesta cercanía con el Presidente de la Republica.