Por 13 rutas con origen en el centro y occidente del país, los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa trafican fentanilo mezclado con otras drogas sintéticas hacia Estados Unidos.
En un informe confidencial al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, el grupo nacional de alto nivel de política de drogas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) identifica a la Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Durango, Baja California, Baja California Sur y Sonora como puntos de envío del opiáceo altamente mortal que se vende como un falso analgésico para el dolor, con destino a Tijuana, la ciudad donde se concentra para introducirlo a California.
A través de empresas de mensajería y paquetería, vehículos particulares, autobuses, transporte de carga y avión, los grupos criminales hacen llegar el fentanilo procesado con otras sustancias, como la heroína, cocaína y la metanfetamina, lo que le da un grado de adicción más potente.
En su reporte anual de 2018, la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) señala a los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa como las principales organizaciones que introducen la droga a Estados Unidos.
“La mayoría de las incautaciones de fentanilo se producen en el sur de California, adyacente a áreas en México, con una fuerte presencia de [los cárteles] Jalisco Nueva Generación (CJNG) y [de] Sinaloa. La presencia de fentanilo mezclado con otras cargas de medicamentos de polietileno son típicas de [esos grupos criminales]”, señala la DEA.
De acuerdo con el documento de la AIC, los precursores del fentanilo y éste llegan a los puertos de Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, provenientes de China, Hong Kong y Singapur.
Ricardo Márquez Blas, experto en seguridad, advierte que México va camino a convertirse en el principal procesador de la droga, debido a que, previo a su tráfico a Estados Unidos, las organizaciones criminales lo combinan con otras drogas sintéticas.
“Como es un nuevo producto, tienen que empezar la introducción con otros ya existentes, entonces, para [mandarlo al] mercado estadounidense, se mezcla con droga sintética, y esa mezcla se está haciendo con mayor frecuencia en México”, afirmó.
Márquez Blas dijo que las autoridades federales han detectado narcolaboratorios donde se procesa el opiáceo, lo que significa “que los envíos a nuestro país van a ser con mayor frecuencia, porque, si no, los criminales tendrían que triangular. ¿Para qué lo mandarían a Estados Unidos si [desde ahí] lo envían a México para la mezcla? Mejor lo mandan directamente a México y de ahí a Estados Unidos. Así ya no se triangula”.
Consideró que, como con la cocaína, el país va a ser visto como mercado de manufactura de drogas sintéticas tradicionales con fentanilo, algo que traerá una mayor disponibilidad de esta droga en los estados, especialmente en el norte.
“Así como están introduciendo el fentanilo con el producto tradicional de drogas sintéticas que se consume en Estados Unidos, se va a quedar para su consumo en México, es decir, los cárteles también se los van a ofrecer a los consumidores del país, si no es que ya lo están haciendo”, sostuvo el experto Márquez Blas.
El titular de la Oficina Nacional de Política de Drogas de la AIC, Óscar Santiago Quintos, confirmó que han encontrado “lugares de acondicionamiento [laboratorios] en donde existen los polvos de fentanilo y otras sustancias que permiten esa mezcla”, incluso con el medicamento Tramadol, utilizado para el dolor dentro del mercado legal.
Los primeros laboratorios donde se procesa la droga fueron asegurados por la Fiscalía General de la República (FGR) en Sinaloa, Ciudad de México y Sonora en 2018 y este año. En abril pasado, localizaron un inmueble en Culiacán en el que se producían miles de pastillas que tenían, por un lado, una marca con la letra M, y por otro, un número que corresponde al grado de potencia de la tableta.
De acuerdo con el informe, los aseguramientos de fentanilo se concentran en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, centro de Chihuahua, la frontera de Coahuila con Texas, y Nayarit.
De 2007 a 2018, la Policía Federal ha asegurado mil 538 ampolletas de fentanilo, 34 cajas, 123 mil 562 kilogramos y 52 mil pastillas en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Ciudad de México, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León y Puebla.