Nuevamente los intentos del canciller de México Marcelo Ebrard de reunirse con el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo se han visto frustrados. Pompeo canceló este jueves en el último minuto el encuentro en Washington con el jefe de la diplomacia mexicana bajo la excusa de que tenía que atender un encuentro con el presidente Donald Trump. En su reemplazo, el secretario adjunto del Departamento de Estado de EE UU, John Sullivan, recibió a Ebrard, quien presentó siete proyectos para llevar a cabo su Plan Marshall para Centroamérica. Las claves del ambicioso plan mexicano son un espacio económico para impulsar el desarrollo del centro de la región, atraer inversiones multimillonarias que se traduzcan en empleo y bienestar y atacar las causas de la ola migratoria.
Estados Unidos se comprometió en diciembre a invertir más de 10.000 millones de dólares en el Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala, Honduras). A fines de enero estaba previsto un encuentro entre Pompeo y su homólogo mexicano, el canciller Ebrard en México, pero el secretario de Estado estadounidense pospuso la reunión en medio de las tensiones internacionales por la crisis en Venezuela. Este jueves se iba a formalizar la conversación cara a cara entre los jefes de la diplomacia de ambos países para abordar la ola migratoria hacia el norte de la región, pero Pompeo volvió a excusarse.
"Tuvimos una reunión muy útil, interesante. Hemos presentado en esencia lo que sería la estrategia mexicana respecto al Triángulo Norte que integran Guatemala, Honduras y El Salvador", sostuvo Ebrard a la salida del encuentro con Sullivan, donde también participó la embajadora de México en EE UU, Martha Bárcena. Sobre los 10.000 millones comprometidos por Washington, Ebrard afirmó que buscarían "si se puede una suma mayor, pero no lo digo ahorita porque capaz que voy a aumentar las resistencias". El Plan de Desarrollo Integral para el que sería utilizado ese dinero fue presentado este lunes por el Gobierno de México junto a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha intentado mantener una relación cordial con Trump respecto a la crisis fronteriza. “Partimos de la base de que el flujo migratorio está creciendo, está creciendo muchísimo. Es un hecho y se requiere una respuesta que pueda ser efectiva, que va a implicar el tener posibilidades para la gente de allá”, dijo este jueves Ebrard. Marzo acabó con más de 100.000 detenciones en la frontera sur de EE UU, la cifra más alta en más de una década. Desde octubre, han sido detenidas 360.000 personas, más del doble que en el mismo periodo del año anterior, mientras los centros de detención están ocupados en un 300% o 400% por encima de su capacidad, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su siglas en inglés).
Está previsto que el canciller mexicano se reúna este viernes en la Casa Blanca con el secretario del Departamento de Seguridad Nacional de EE UU, Kevin McAleenan, encargado de la política migratoria y Jared Kushner, el asesor y yerno de Trump. El presidente estadounidense alegó esta semana que el Gobierno de López Obrador no está haciendo “prácticamente nada” por detener el flujo migratorio. “Mañana voy a volver a plantear esto, así como todos los esfuerzos que está haciendo México, el socio número uno de EE UU”, adelantó Ebrard, quien aseguró que trasladará el mensaje también a los países europeos en Berlín el 28 de este mes.