Con pocos proyectos y bajas ventas de casas nuevas, la construcción del sector cayó 27% en los primeros 4 meses del año, a 58,683 viviendas.
En el primer cuatrimestre de 2019, se contabilizaron 58 mil 683 viviendas en proceso de registro para su arranque de obra, 27 por ciento menos respecto al mismo periodo del año anterior.
Y en comparación con los primeros cuatro meses de arranque del sexenio de Enrique Peña Nieto, la caída es de 41.3 por ciento y 72 por ciento menos que en el mismo arranque de 2006, cuando se registró un auge inmobiliario, según datos del Registro Único de Vivienda (RUV).
Las desarrolladoras que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores reflejan esta situación que afecta principalmente la construcción de vivienda social.
Homex vendió en el primer trimestre 701 unidades, cuando en igual periodo de 2013 escrituró 5 mil casas.
Consorcio Ara vendió 2 mil 200 unidades, que comparadas con sus 3 mil 105 unidades del primer trimestre de 2013, representan una baja de 29 por ciento.
Uno de los casos más drásticos fue el de Urbi, que en el primer cuatrimestre del año sólo colocó 46 unidades, contra 911 del mismo periodo en 2013.
A la mala situación que han arrastrado por años, se suma la desaparición de subsidios a la vivienda en la Administración, lo que podría tener efecto en los precios, advirtió Eduardo Torres, director de la consultora ai360.
Para Germán Ahumada, director general de Ara, si las condiciones para construir vivienda nueva no mejoran, los desarrolladores se enfocarán en sectores más rentables.
“Nosotros (Ara) aunque sí hacemos interés social, nos tuvimos que enfocar a la parte de arriba de los subsidios”, expuso.
La baja venta de vivienda va de la mano con una menor colocación de crédito.