Citibanamex recortó su expectativa de crecimiento para la economía mexicana y explicó que la creación de empleos formales, las inversiones y la producción industrial provocaron que se registrara un estancamiento de la economía en el primer semestre del año.
México se encuentra en un estancamiento económico sin rebote por factores locales, de acuerdo con Citibanamex.
Este diagnóstico se suma a los recortes en expectativas de crecimiento que se han publicado a lo largo de la semana, que incluyen estimaciones menores al 1 por ciento y que se acercan cada vez más al cero.
Este miércoles, la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex recortó su estimado de crecimiento a 0.2 por ciento para este año, desde un previo de 0.9 por ciento. Esta es la quinta revisión a la baja que realiza desde noviembre de 2018, luego del último cambio de 1.2, a 0.9 por ciento, apenas el mes pasado.
En su análisis explica que los datos de creación de empleos formales, inversiones y producción industrial provocaron que se registrara un estancamiento de la economía en el primer semestre del año, incluso una recesión, pues anticipa que la actividad cayó 0.1 por ciento en el segundo trimestre del año, luego del -0.2 por ciento en el primer trimestre reportado por el INEGI. “El rebote que esperábamos ver en el segundo trimestre de 2019 nunca se materializó”, indicó.
Incluso, el banco señaló que si bien los incrementos salariales en términos reales a lo largo del año y el crecimiento de las exportaciones manufactureras son de las pocas noticias económicas positivas durante el primer semestre del año, estos indicadores enfrentan riesgos en la segunda mitad de 2019, dado que las perspectivas para el empleo continúan debilitándose y el sector manufacturero de Estados Unidos se está desacelerando.
“Efectivamente, parecería que el débil crecimiento está aquí para quedarse. Las razones delineadas sugieren que este podría ser un periodo prolongado de crecimiento débil”, señaló.
Otro punto preocupante que destaca Citibanamex es que no hay un choque económico externo significativo, ni importantes desbalances financieros que necesiten autocorregirse. Es decir, aunque en México no se ha visto una recesión económica desde 2009, el escenario de bajo crecimiento que visualiza el banco se fundamenta esencialmente por el desempeño de factores internos.
Otros bancos también esperan para este año un crecimiento prácticamente de cero. La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, ajustó su pronóstico de 1.0 a 0.6 por ciento, para volverlo a recortar a 0.1 por ciento.
En tanto, Alberto Ramos, economista para Latinoamérica de Goldman Sachs, dijo recientemente que prevé 1.0 por ciento de crecimiento para este año, sin embargo auguró que si el bajo crecimiento del primer trimestre se mantiene en lo que resta del año, la economía va a crecer solo 0.1 por ciento.
Falta generar confianza
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) redujo su expectativa de crecimiento económico para el 2019, de 1.2 a 0.9 por ciento, destacando la falta de confianza de los inversionistas, lo cual ha frenado a actividades como la construcción.
“Falta una generación de confianza para invertir, hay decisiones que no están generando confianza para que se reactiven las inversiones”, dijo Fernando López, presidente del IMEF.
Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, advirtió que si la administración de Andrés Manuel López Obrador no genera confianza en los inversionistas, el crecimiento económico del país podría ubicarse entre 0.50 y 0.75 por ciento al finalizar el 2019.
La economía mexicana presenta una desaceleración que se ha reflejado ya en un crecimiento menor en ciertas carteras crediticias, reconoció Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México. Hasta el momento, la morosidad de los clientes no ha presentado indicadores que les preocupen, pero es un tema que el sector bancario sigue de cerca y cuida.
Con información de Leticia Hernández y Jeanette Leyva