Al determinarla ambientalmente viable, la Semarnat autoriza la terminal aérea de manera “condicionada”
El proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, Estado de México, tiene luz verde para ser operado durante 50 años, de acuerdo con los estudios de impacto ambiental avalados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el documento, presentado en el portal de la Semarnat, Estudio de riesgo modalidad análisis de riesgo, del proyecto “Construcción de un aeropuerto mixto civil/militar con capacidad internacional en la base aérea militar No. 1 (Santa Lucía, Edo. Méx.), su interconexión con el AICM y reubicación de instalaciones militares”, señala que el proyecto de construcción del nuevo aeropuerto es viable, bajo determinadas condiciones.
“Se concluye que el Proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, con base en la información proporcionada por Sedena y bajo el contexto presentado en el estudio, es viable en materia de riesgo ambiental, pues las consecuencias potenciales de los eventos evaluados presentan afectaciones mínimas al entorno ambiental, en su mayoría temporales, por lo que el sistema ambiental local tiene la capacidad de recuperar los valores normales en sus componentes ambientales presentes en la etapa de operación del proyecto”.
De los riesgos identificados, se tiene que todos los escenarios simulados obtenidos del análisis de consecuencias indican que las principales afectaciones potenciales ocurrirían dentro de las instalaciones de Santa Lucía, por lo que no se prevén repercusiones importantes a la población o infraestructura ubicada fuera del límite de la propiedad.
Afirma que, en el caso de ocurrencia potencial de los eventos riesgosos analizados (incendio y explosión), las afectaciones al medio son “en su mayoría temporales”, por lo que el sistema ambiental local, en las condiciones actuales, tiene la capacidad de recuperar los valores normales en sus componentes ambientales.
Entre otros impactos ambientales detectados por la Semarnat están los concernientes al uso, manejo, escasez y contaminación del agua potable en la zona; además de la contaminación por contaminantes y ruido producido por las aeronaves.
Del tema del cerro de Paula, este informe señala que se ubica en la provincia fisiográfica del “Eje Neovolcánico” y en la subprovincia “Lagos y Volcanes de Anáhuac”; el Eje Neovolcánico se ubica a una distancia menor a los 10 Km del AISL, “por lo cual no afecta en las operaciones aéreas”, como lo informó anoche Ciro Gómez Leyva, en Imagen Noticias.
Adicionalmente, el diagnóstico no consultó a los vecinos de las diversas unidades habitacionales que rodean la aún Base Aérea Militar de Santa Lucía, a pesar de que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas indicó que en el área de influencia directa del proyecto están San Miguel Xaltocan, Ozumbilla y San Lucas Xolox.
Tampoco se tomó en cuenta que a 13 kilómetros 630 metros en línea recta hacia el noreste opera el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (Cader), ubicado en el centro del acuífero Cuautitlán-Pachuca, considerado panteón de desechos radiactivos.
¿Qué detiene las obras?
Actualmente están vigentes 11 suspensiones judiciales, concedidas por jueces federales y confirmadas por tribunales, que detienen y condicionan la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía al cumplimiento de una serie de requisitos, además de las investigaciones de impacto ambiental, que la ley marca como indispensables.
Las suspensiones fueron obtenidas de entre los 147 juicios de amparo que el colectivo #NoMásDerroches ha presentado con el fin de que el Poder Judicial revise la legalidad de la cancelación del NAIM, en Texcoco, y asegure que el proyecto en Santa Lucía cuente con todos los dictámenes y permisos necesarios.
Por ejemplo, los magistrados de un Tribunal Colegiado expusieron que deberán mantenerse las obras del aeropuerto en Texcoco sin que sean destruidas, hasta que un juez federal analice a profundidad todos los elementos de prueba del expediente.
Las otras suspensiones versan sobre la necesidad de contar con permisos en materia ambiental para la construcción de Santa Lucía y tener el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los quejosos argumentaron que, si las autoridades implementaron la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y el Proyecto Alternativo sin realizar los estudios necesarios, como los de aeronáutica, ambientales, financieros y de seguridad, existe riesgo para la vida e integridad personal de los ciudadanos que utilicen dicha terminal aérea.
También explicaron que la sociedad está interesada en que los servicios de transporte que construya o modernice el Estado cumplan con los estudios que garanticen la seguridad a la vida, la integridad personal, laboral y económica, entendidos como derechos fundamentales inherentes a todo ser humano.
Impacto ambiental
Apenas ayer, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó la resolución del procedimiento de Impacto Ambiental del Proyecto de Aeropuerto Internacional de Santa Lucía promovido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Dicha resolución determina que el proyecto es “ambientalmente viable”.
Sin embargo, para el colectivo #NoMásDerroches, a reserva de que quiere revisar con detenimiento el contenido de esa autorización de impacto ambiental, para verificar que cumpla con todos los requisitos de ley, el Poder Judicial de la Federación no condicionó la construcción del aeropuerto únicamente a que se otorgara la autorización de impacto ambiental, sino también a que se contara con estudios, dictámenes y permisos en materia cultural, arqueológica, de seguridad, de viabilidad aeronáutica, y de estrategia social, política e interinstitucional, por lo que la autorización de Semarnat es sólo uno de numerosos requisitos que condicionar el inicio de la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía.